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Cual ave Fénix

Avatar del Luis Sarrazín

"El Banco de Guayaquil, deslumbra hoy cual ave Fénix sirviendo diligentemente a los ecuatorianos, cual puntal del progreso y desarrollo nacional"

En junio de 1970, cuando se rumoró la intervención del Estado en el campo financiero, se produjo un retiro masivo de fondos, dando paso a una crisis que afectó al Banco de Guayaquil, institución de gran importancia, donde se generaba el más alto porcentaje de negociaciones del comercio exterior ecuatoriano, momento en el que prevaleció la búsqueda de soluciones para rescatarlo y paliar la problemática que acarrearía su quiebra.

Bajo el grito “Reabramos el Banco de Guayaquil”, los empleados se organizaron y Gianni Garibaldi Úraga con gran tesón y entusiasmo se contactó con el Dr. Francisco Huerta Montalvo - alcalde de la ciudad- y César Durán-Ballén, constituyéndose los tres en los artífices de esta gloriosa epopeya.

Fue el Dr. Francisco Huerta Montalvo quién organizó el Comité de Rehabilitación; alcalde peculiar, quien atendiendo las necesidades de la urbe, proyectó su gestión hacia los ciudadanos, a quienes brindó protección y servicios con gran eficiencia y calidez.

Lo sucedido fue un despliegue de fe cosmopolita, solidaridad y una avalancha de calor social nunca antes vistos en pro de una institución bancaria, que por su actividad daba la impresión que no iba a tener tan increíble como masivo apoyo local.

Fue hace 50 años, cuando en un diciembre inolvidable del 70, el Banco de Guayaquil resurgió glorioso y refulgente, reabriendo sus puertas gracias al concurso de miles de personas que depositaron su dinero convencidos de que al hacerlo, cual cascada incontenible de generosidad y amor de gran contenido cívico, ayudarían al resurgimiento de tan querida institución guayaquileña, con la participación tanto de personas de la localidad, como extranjeros, contagiados por esta muestra de apoyo nunca antes vista.

Mi padre sin ser cliente nos hizo invertir todo el dinero disponible en la compra de acciones del Banco de Guayaquil, cuando este necesitaba todo el concurso de los hijos de esta tierra feraz y generosa.

El Banco de Guayaquil, deslumbra hoy cual ave Fénix sirviendo diligentemente a los ecuatorianos, cual puntal del progreso y desarrollo nacional.

Y sigo andando…