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En modo Navidad

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Reprogramarnos, plantear nuevos propósitos, acompañarnos, regalarnos, descansar y divertirnos, siendo más espirituales, ese es el modo Navidad y realmente ¿no creen que necesitamos enfocarnos más allá de la crisis?

¡Faltan 48 días para el primero de diciembre! ¿Vieron la imagen que circula en las redes sociales de las piezas listas para el montaje del árbol de Navidad del Policentro? Me imagino que nos pasa a todos por la mente que este 2021 se fue volando. Y pues claro, ¡cómo no, si lo comparamos con el 2020, eterno por el secuestro en casa por la pandemia! Por eso parece que es importante el tema de: ¿cuánto tiempo falta para diciembre?, siendo tiempos de alta incertidumbre, temor, inestabilidad y crisis. Pero debe tener una explicación psicosocial y debemos analizar qué hace tan especial a ese mes.

Asumiendo la responsabilidad de que los estudiosos de la mente lo refuten, me voy a atrever a soltar varias teorías sobre el porqué la cercanía de diciembre hoy es importante. Reprogramarnos: diciembre viene con el implícito análisis de las mejoras que debemos ajustar en nuestro comportamiento. Nos prospecta a la búsqueda de información que nos permitirá focalizar esfuerzos e imaginarnos que seremos mejores seres humanos en el próximo año. Propósitos: justo de ese análisis y prospección solemos plantearnos un programa de acción de aquellas mejoras como una gran oportunidad de cambio. Compañía: ese mes nos suele ofrecer ambientes de reuniones de calidad, no importa si es en el trabajo, en la iglesia, en la familia, en cualquier ámbito; lo importante es la cercanía, la unión, el saber escuchar, el colaborar. Regalarnos: solemos ser detallistas, no necesariamente en lo material, sino todo lo contrario, en los gestos, visitas, sonrisas, alegrías, con las personas que de verdad nos importan. Sobre todo, nos enfocamos en los más pequeños de la familia. Espiritualidad: no importa qué religión practiquemos, no hay duda de que en ese mes nos afianzamos en nuestra fe. Descanso y diversión: en todo diciembre hay una reducción de la carga laboral, momentos en que descansamos y buscamos satisfacer nuestros anhelos.

Reprogramarnos, plantear nuevos propósitos, acompañarnos, regalarnos, descansar y divertirnos, siendo más espirituales, ese es el modo Navidad y realmente ¿no creen que necesitamos enfocarnos más allá de la crisis?