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2022, todo un doctorado

Avatar del Lourdes Luque

La última lección del año estuvo en las manos de Lionel, levantando la copa del mundial de fútbol’.

Dicen que la diferencia entre la escuela y la vida es que en la escuela primero aprendes y luego te hacen la prueba, en cambio en la vida real, las pruebas te enseñan.

Este año nos llovieron las pruebas, de las cuales no nos queda otra que aprender.

A nivel mundial, nunca pudimos imaginar que estaríamos amenazados por el presidente de Rusia de activar la tercera guerra mundial, adicionalmente a los daños que produjo sobre el comercio, que generó un desastre en el abastecimiento de energía y de productos agroquímicos. Aprendimos que todo está interrelacionado y que nos toca con mayor intensidad el presente, pero con consciencia planetaria.

Para Ecuador fue un año pospandemia, primero del Gobierno del encuentro, año amenaza de levantamientos indígenas, de crisis heredada, factores con un gran impacto en la débil economía nacional, que nos enseñaron que podemos sobrevivir a todos estos riesgos si vivimos de forma inclusiva y si nos levantamos frente al futuro, con eso que ahora llaman resiliencia.

También sufrimos a nivel comunitario la gran agresión de la narcoviolencia, de la corrupción, del crimen organizado; los vimos permear todas las capas de nuestra sociedad. Como decía Sherlock Holmes: “Si es tan evidente, no lo vamos a ver”; y este año pudimos enfrentarnos a esa realidad.

La última lección del año estuvo en las manos de Lionel, levantando la copa del mundial de fútbol. No fue necesario ni ser adúltero, ni usar drogas, ni vestirse de mujer, ni estar alineado políticamente; le bastó ser Messi, con su mayor insulto, “calla bobo”; con sus errores y virtudes pero apegado a sus valores familiares.

Amanecimos el primero de enero de 2022 con la certeza de que cambiaríamos el mundo, quiera Dios que amanezcamos este nuevo año con el anhelo de que primero nos cambiemos a nosotros y nuestro entorno desde el interior.

¿Cómo nos preparamos para el 2023? Si me estas leyendo, sobreviviste a este atípico año con más resiliencia, con más inclusividad, con más apego a tus valores. Esta Navidad, ve a tu alrededor, da gracias; lo único que esperan los que te rodean es atención del nuevo ser en que te convirtió el 2022.