Premium

Lourdes Luque: Dato mata relato

Avatar del Lourdes Luque

Por eso, el resultado de la última consulta directa al pueblo nos ha traído a la realidad

Los empresarios vivimos en una burbuja. Nos enorgullecemos por vernos como el 80 % del sector generador de empleo legal, que aporta un alto porcentaje al PIB nacional, el que paga impuestos, a veces con los que no estamos de acuerdo o que no se retribuyen en mejoras en servicios a los más pobres, y en tener varios programas de responsabilidad social empresarial. Más aún, nuestra burbuja se fortalece, cuando desde hace varios años, las encuestas que preguntan en quién creen los ecuatorianos, nos ponen en un honroso tercer lugar, después de las Fuerzas Armadas y de la Iglesia.

Por eso, el resultado de la última consulta directa al pueblo nos ha traído a la realidad, y la maravillosa burbuja que teníamos se ha hecho pedazos.

Me explico, el pueblo se pronunció en una gran mayoría a favor de fortalecer a sus Fuerzas Armadas, tres de cada cuatro ciudadanos votaron por el SÍ, y apoyan cualquier iniciativa que fortalezca la lucha contra el crimen. En cambio, a las únicas preguntas que directamente nos interesaban a los empresarios: poder ampliar la contratación por horas de más empleados o tener un arbitraje internacional que nos permita atraer nuevas inversiones al país; a estas dos preguntas, ese mismo parámetro de tres de cuatro ciudadanos, nos dijo NO.

Esto es haber recibido un ubícate muy fuerte. Algo no estamos haciendo bien los empresarios.

¿Será que no estamos comunicando de una forma adecuada qué somos, quiénes somos y para qué existimos? O, ¿será que nuestro rol en la comunidad es aún incompleto y nos faltan elementos para incluir más, sobre todo a las poblaciones en condición de pobreza; o para incidir más en corregir los errores de los políticos y las políticas públicas? O, ¿será que nuestras estrategias empresariales aún no son lo disruptivas que deberían ser?

De cualquier forma, requerimos de una nueva forma de hacer empresa, quizás usando la teoría del cambio, esa que dice cómo enfocarnos y representar qué hay que cambiar, y cómo pensamos que ese cambio se producirá dentro de nuestras empresas, comunidades y país.

Dato mata relato, es hora de cambiar.