Burbuja
"Ni hablar del empleo... Ustedes también han de recibir muchas llamadas pidiéndoles a gritos una mano para conseguir cualquier tipo de trabajo"
Estamos acostumbrados a saltar de burbuja en burbuja; de la burbuja familiar a la burbuja de la empresa, a la burbuja de los amigos, a la burbuja de los estudios, y creemos que esa es la realidad.
No solo nos pasa a nosotros, sino que también los políticos viven en una burbuja.
Podemos recordar, los que tenemos mas de sesenta, cuando Assad Bucaram dijo que Roldós vivía en una nube rosada. Pues bien, esa era la burbuja del primer presidente del periodo constitucional del Ecuador.
Datos actuales dicen que se espera que la economía caiga entre 7 y 8 %, y que los avances en reducción de la pobreza alcanzados en las dos últimas décadas, ya se perdieron.
Tuvimos una feroz paralización de la economía por más de 70 días y su impacto en los más pobres del Ecuador (que a diciembre de 2019 eran el 25 % de la población) ya tiene cifras también preliminares. Déficit fiscal de más de US$ 15.000 millones; según el SRI las ventas cayeron en US$ 6.271 millones solo en marzo y abril de 2020. El Banco Mundial estima que dos de cada tres empresas ecuatorianas dejarían de ser rentables en el mediano plazo. Ni hablar del empleo...
Ustedes también han de recibir muchas llamadas pidiéndonos a gritos una mano para conseguir cualquier tipo de trabajo. Lo que se viene tiene tinte de tragedia. Mucho me temo que la crisis actual que recién empieza a sentirse nos explote en la cara, cuando muchas familias ya han gastado sus ahorros para mantener el pan en la mesas de su familia, y si no, analicemos el gravísimo indice de delincuencia que azota nuestras calles. Puedo imaginar que ya ni los valores ni la ética familiar ayudan a contener la necesidad de ingresos a cualquier precio. Abramos los ojos, extendamos las manos, apoyemos a quienes nos necesitan, busquemos alguna organización no gubernamental que esté llevando alimentos a los más necesitados. Si cada uno de nosotros no tomamos acciones, lo vamos a lamentar profundamente. Salgamos pronto de nuestras burbujas, veamos la dura realidad de los más necesitados, aún estamos a tiempo.
