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La reunión del G20

Avatar del Juan Faidutti

Antes de que se discuta en Glasgow, Escocia, el problema del cambio climático y las medidas a tomar propuestas por los científicos para evitar las graves consecuencias del calentamiento global, veinte mandatarios partieron a Roma a la reunión del G20 para discutir problemas de carácter económico.

El G20 está conformado por el G7 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Francia, Alemania, Japón y Canadá), es decir las grandes potencias mundiales, que para no sentirse tan exclusivos, invitaron a 11 países emergentes, más para darles la oportunidad de que escuchen y den sus opiniones sobre macroeconomía. El G20 está integrado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE. UU., Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.

El Grupo de los Veinte (G20) está considerado el principal foro de coordinación de políticas macroeconómicas, donde se mezclan perspectivas tanto de países desarrollados como de los emergentes.

El G20 trató en Roma un acuerdo climático previo a la COP26 en Glasgow y es de donde, en definitiva, saldrán los bonos a repartirse, si en verdad existe la voluntad de hacer algo por el cambio climático, ya que los países más industrializados buscan un pacto de cero emisiones a medio plazo.

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que la cumbre del G20 no cumplió sus expectativas, pero tampoco las enterró. “Aunque acojo con satisfacción el nuevo compromiso del G20 con las soluciones globales, me voy de Roma con mis expectativas sin cumplir, pero al menos no están enterradas”, manifestó Guterres. Él tiene esperanzas con la COP26 en Glasgow de mantener vivo el objetivo de 1,5°C por encima de niveles preindustriales y poner en práctica las promesas sobre financiación y adaptación para las personas y el planeta.

A esta reunión faltaron Putin y Xi Jinping, pero enviaron a sus delegados. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrorv, expresó que no tienen intención de adherirse a la fecha límite de 2050 para lograr la neutralidad en las emisiones de carbono que imponen los países occidentales, ya que ellos fijarán su propio año objetivo y añadió: “Si los medios de comunicación en Italia están convencidos de que la Unión Europea, Estados Unidos y el G7 tienen la ambición de hacerlo para 2050, me temo que esto no es respetuoso con otros miembros del G20 y con todos los demás miembros de la comunidad internacional”.

El papa Francisco, que no asistió a la reunión, dijo que espera que los líderes mundiales escuchen “el grito de la Tierra y el grito de los pobres”.