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Una nueva ley del péndulo

Avatar del Juan Carlos Holguín

Hoy el péndulo no solo no es ideológico, sino que los últimos resultados electorales, confirman que el péndulo es entre oficialismo y oposición

Desde la perspectiva mecánica, un péndulo es un cuerpo grave que oscila suspendido de un punto por un hilo. Desde la perspectiva política, significa esa misma oscilación, pero en las preferencias políticas y electorales, especialmente en regímenes donde no hay un sistema fuerte de partidos o donde estos son pocos, pero hegemónicos. Son movimientos regulares, donde unas veces se vota a la derecha y otras a la izquierda.

En nuestra región, tras el triunfo de proyectos políticos de centroderecha hacia 2018, que pusieron fin a décadas de gobiernos supuestamente progresistas en la región, que habían terminado con fuertes denuncias de corrupción, mal manejo de la economía, entre otros, parecía que el péndulo estaría un tiempo volcado hacia este sector político.

No pasaron ni cinco años, cuando el péndulo tuvo un cambio abrupto. Argentina, Chile, Colombia y Brasil tuvieron un cambio de inclinación política. En el caso del Uruguay o del Ecuador, el péndulo tuvo un movimiento distinto.

Hace poco, el periodista Robert Mur observaba que en América Latina el péndulo “no es tan ideológico como parece” y que la ideología no pesa tanto en la decisión del voto de los electores, quienes votan con pragmatismo, para que sus problemas sean resueltos urgentemente. Así, aparecen generalmente “soluciones mágicas cargadas de populismos de izquierda y derecha” .

La pandemia es un punto de inflexión en la teoría política. Muchos gobiernos que tuvieron que manejar la pandemia, perdieron apoyos inmediatos y posteriormente reelecciones, debido a las críticas a sus modelos de control de la misma. Pasó en gobiernos de derecha o de izquierda, en todas las regiones del mundo. Otros presidentes, sin importar su ideología, que inauguraron sus mandatos durante la pandemia, o después de la misma, han estado sujetos a una estricta exigencia social.

Y es que miles de millones de ciudadanos, encerrados en sus casas, con tecnología en sus manos, exigían (y exigen) soluciones inmediatas. No solo en la salud.

La violencia que se vive en muchos territorios, producida por los carteles, es porque durante la pandemia sus actividades fueron afectadas. En el caso de Ecuador, por ejemplo, se intensificó el negocio de microtráfico con drogas que no podían ser enviadas. El resultado: gobiernos que deben atender nuevos desafíos pospandemia.

Hoy el péndulo no solo no es ideológico, sino que los últimos resultados electorales en algunas partes del mundo confirman que el péndulo es entre oficialismo y oposición. La forma de hacer oposición en muchas partes del mundo, que utiliza la depredación política como un arma eficaz, hace más fácil la captación del poder.

Pensamos que luego de la pandemia tendríamos sociedades más resilientes, más solidarias, pero sobre todo más volcadas a la concordia. La realidad es que ciertos políticos en todo el mundo han buscado el rencor y la división como mecanismo de oposición, para forzar el péndulo, sin pensar en el bien común.

En las nuevas elecciones en nuestro país veremos si el péndulo se mueve, tras unos meses donde quienes depredaban al actual gobierno serán depredados en la administración de sus ciudades y provincias.