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Libre comercio vs. proteccionismo

Avatar del Juan Carlos Díaz Granados

"El proteccionismo y el exceso de impuestos causan lo contrario"

Los puertos del Ecuador se encuentran perfectamente ubicados para aprovechar los negocios que se pueden realizar con los bloques comerciales de la Alianza del Pacífico, Asia y América del Norte. Hoy más que nunca, los países compiten por la inversión extranjera, por lo que tenemos que facilitar las condiciones de inversión en favor de la economía del país.

El libre comercio es más beneficioso para este propósito que cualquier sistema de protección. La historia ecuatoriana lo ha demostrado. Cuando se han aplicado salvaguardias o el modelo de sustitución de importaciones, que privilegiaron a cierta industria nacional indispuesta a competir, se ha perjudicado al consumidor.

El Ecuador tiene una ventaja competitiva importante: el dólar. Eso hace que cuando alguien invierte en Ecuador, su dinero no se afecte por la devaluación. Se recibe la misma cantidad de dólares a cambio de su inversión, más la rentabilidad del negocio. El dólar es la moneda de uso comercial internacional. Podríamos convertirnos en un proveedor global de servicios para multinacionales, pero para lograrlo y fortalecer las actividades económicas vigentes, dependemos de que la Asamblea Nacional cumpla con su labor. Debe promulgar más modalidades de contrato de trabajo que faciliten la contratación de personas que actualmente se siguen sumando al desempleo. También se requiere que la función Ejecutiva, a través del Comex baje los aranceles para que la importación de materias primas y maquinarias permita producir localmente con mayor competitividad. Así, los consumidores podríamos comprar productos importados y nacionales a mejores precios, generando oportunidades de nuevos empleos e impuestos. El proteccionismo y el exceso de impuestos causan lo contrario.

El Estado debe apoyar la competitividad. Se debe permitir enfrentar esta situación extraordinaria en los mercados internacionales en los que luchamos, estableciendo una política comercial a largo plazo que mejore el bienestar nacional favoreciendo la eficiencia, las economías a escala y los incentivos para la innovación.