Jorge Luis Jalil | Pragmatismo y realidad

La frontera ya no es ideológica; es práctica. Entre quienes gobiernan el mundo como es y...
Durante años, la política nos dividió con una regla simple: izquierda y derecha. Una juraba igualdad; la otra, libertad. Hoy esas categorías no explican nada. Es un presidente “de derechas” quien abrió un canal hacia la paz en Medio Oriente, mientras gran parte de la “nueva izquierda” latinoamericana se refugia en consignas que no pagan planillas ni bajan la inseguridad. Resultado mata al relato.
¿Sigue sirviendo la división? Solo como mapa cultural caduco. En la gestión, la línea útil es otra: quienes entregan resultados versus quienes administran excusas. “Progresista” debería significar progreso verificable: empleo, inversión, seguridad escuelas abiertas, hospitales con medicinas. Si no, es etiqueta.
En Colombia, Gustavo Petro prometió transformación y dejó incertidumbre. Su reforma laboral elevó costos sin crear trabajo; su “cruzada” energética espantó inversión sin reemplazo; el orden público se fragmentó. El Estado habla maravillas, pero ejecuta muy poco.
En Chile, Gabriel Boric se mostró cómo la esperanza de una izquierda moderna. Sus dos procesos constituyentes fracasaron; el crecimiento perdió tracción; las reformas previsional y tributaria quedaron en pausa. Mucho ring ring, pocos helados.
¿Y la socialdemocracia? cedió espacio a una militancia identitaria que confunde moral con política pública y debate pronombres mientras suben la pobreza y el crimen. Cambiaron las banderas; no llegaron los resultados.
La derecha tampoco tiene cheque en blanco. Proteger al capital sin ampliar oportunidades es un callejón sin salida. Legitimidad es crecimiento con orden, seguridad jurídica y compasión por el que menos tiene.
La frontera ya no es ideológica; es práctica. Entre quienes gobiernan el mundo como es y quienes lo tratan de gobernar como quisieran que fuera. Los verdaderos progresistas son los que logran cambios medibles y sostenibles. El resto vive de hashtags. Yo elijo políticas que funcionen y acepto cualquier etiqueta que aguante esa prueba.
PD: Feliz cumpleaños, Papá.