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Efectos de Octavio Paz

"Si Paz nunca escribió esta ocurrencia, quien sí dijo algo lejanamente parecido fue, según Carlos Fuentes, alburero irredimible, Martín Caparrós..."

Hace tiempo que no oíamos hablar de Octavio Paz. Esta vez fue por un chusco y poco diplomático error de citación, nada demasiado importante si solo fuese por cuestiones de erudición.

El presidente argentino Alberto Fernández, para hacerle una especie de guiño amistoso al presidente español Pedro Sánchez, de visita en Buenos Aires, no encontró mejor forma de congraciarse con el ilustre visitante que insinuarle que, entre los nacionales de ambos países había coincidencia por los azares del origen.

“Escribió alguna vez Octavio Paz que los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos. Eran barcos que venían de Europa”, fue la frase que molestó sobre todo a los brasileños.

No recuerdo haber leído en las obras de Octavio Paz esa frase. Quizá porque se me hace difícil que en el estilo del autor de El ogro filantrópico se deslizase este lugar común, ingenioso y todo, pero pirotécnico, es decir válido solo para sazonar el momento, demasiado irrelevante para las elucubraciones del Premio Nobel mexicano.

El albur, esa forma de ironía que caracteriza a los mexicanos, se compagina poco con la prosa de Paz. Tengo demasiado presente una frase de El arco y la lira, que recorre toda la obra de Paz: “el poeta moderno no habla el lenguaje de la sociedad ni comulga con los valores de la actual civilización”.

Si Paz nunca escribió esta ocurrencia, quien sí dijo algo lejanamente parecido fue, según Carlos Fuentes, alburero irredimible, Martín Caparrós, cuando el novelista mexicano le preguntó al argentino sobre el comienzo de los argentinos.

“Los mexicanos descienden de los aztecas. Los argentinos descendemos de los barcos”. Por ningún lado ni indios, ni selva, ni brasileños. Posteriormente, fue Marcos Aguinis, en su libro El atroz encanto de ser argentinos, que le endosó la paternidad de la frase a Octavio Paz.

¿Racismo? ¿Torpeza diplomática? “Selva” es, por cierto, el saludo de los militares brasileños del Ejército. Selva es el nombre de la foto que Jair Bolsonaro acaba de colgar.