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Joaquín Hernández | El compromiso de la academia

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Hay que movilizar a la sociedad civil en su conjunto como fuerza multiplicadora

La universidad debe ser vista como una respuesta a las cuestiones que afectan a la sociedad. Por ello es un lugar de convocatoria donde se reúnen para analizar y dialogar personas pertenecientes no solo a la academia, sino a la sociedad civil. La universidad no es una institución únicamente dedicada a otorgar títulos y entregar profesionales al mercado. Tampoco un lugar aislado, una especie de torre de marfil. Estudiantes, profesores, colaboradores, directivos, viven en una sociedad determinada. El compromiso de la academia es pues, con la sociedad, por lo que debe tener un grado de madurez institucional para poder convocar a sus diferentes miembros. Para ello, la universidad tecnológica Ecotec ha celebrado recientemente en sus instalaciones el Foro Ecotec, Régimen Jurídico en contexto de conflicto armado interno, donde convocó a juristas, empresarios, líderes sociales, expertos en estrategia militar, representantes de medios de comunicación y académicos, para analizar la actual situación del país y elaborar un manifiesto con sus conclusiones. En dicho manifiesto, sus miembros señalan que la situación de conflicto armado interno que atraviesa el país y que destruye vidas, siembra miedo, corrompe instituciones, instaura impunidad e impide el desarrollo económico, muestra vacíos normativos, tensiones y dilemas institucionales sin precedentes. Las normas jurídicas aprobadas para tiempos de paz no son aplicables sin más en situación de conflicto armado. De ahí la necesidad de una reflexión que afronte estos problemas.

Por ello este foro planteó dos propuestas: una relativa a la seguridad nacional y otra para la reconstrucción del tejido social. La seguridad nacional implica la reforma de su arquitectura: remodelación urgente del sistema de justicia; priorización del combate a economías criminales; revisión del régimen de ingreso al país y efectos de la ciudadanía universal; alianzas internacionales que permitan la presencia de personal técnico y táctico en el país. La reconstrucción del tejido social: presencia del Estado en zonas de alta criminalidad, promoción de la salud integral propósito de vida, protección a los niños y adolescentes.

La conclusión final es que hay que movilizar a la sociedad civil en su conjunto como fuerza multiplicadora y que la academia debe continuar estas convocatorias y hacer seguimiento de lo planteado en diálogo con la empresa, los gobiernos locales y el Estado.