Nudo gordiano

Avatar del Iván Baquerizo

'Que alguien con pensamiento lateral y creatividad, rompa paradigmas y simplemente resuelva’.

Cuenta la leyenda que Gordias era un campesino que fue proclamado monarca luego de que el Oráculo de Sabazios profetizara que el próximo rey de Frigia sería aquel que pasara la Puerta del Este en una carroza de bueyes. La carreta de Gordias se mantuvo guardada por siglos en el templo de Zeus con un yugo y una espada asegurados por un nudo tan enmarañado que nadie podría deshacerlo. De acuerdo al Oráculo de Gordión, aquel que pudiera desatar ese nudo conquistaría el Oriente entero.

Hoy cumplimos dieciséis días de aislamiento forzoso y seguimos sin visos de solución a la crisis del coronavirus. El tiempo pasa y la situación se agrava en términos sanitarios y económicos. El Gobierno nacional y los gobiernos seccionales persisten en la corriente mayoritariamente aceptada que se resume en la etiqueta #quedateencasa. Acá seguimos, algunos con o sin trabajo, con o sin comida o con o sin salud. En definitiva, diferentes realidades pero un solo factor común; todos encerrados. ¿Cómo desatar este nudo gordiano que, como el coronavirus, nos ahoga cada vez más?

El Ecuador es un país empobrecido por un Estado obeso y una economía asfixiada por impuestos y regulaciones. Estamos ante el complejo dilema de inmolar la economía emulando países ricos y manteniendo el encierro o de liberar el “lockdown” con el riesgo de infectarnos más, colapsar los hospitales y que muramos muchos. Ante esa disyuntiva, los políticos actuarán políticamente, sin asumir riegos personales y no necesariamente de manera correcta. Como diría Rubén Blades; “decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana, Ave María”.

El pensamiento lateral, según Edward de Bono, es encontrar soluciones creativas fuera de la caja, muchas veces de manera indirecta y hasta contraintuitiva. ¿No merece el Ecuador -como Holanda- buscar su propia estrategia y no la basada en la realidad de terceros, aunque mayoritaria? Yo creería definitivamente que sí. Consideremos liberar desde el lunes próximo el encierro forzoso para los grupos menos vulnerables; gente joven y sana que inmediatamente pueda reincorporarse a trabajar. Sigamos manteniendo aislados a grupos vulnerables y animemos a todo aquel que pueda quedarse en casa a que lo haga mientras dure la pandemia. Procuremos protocolos inteligentes y funcionales de salubridad y de distanciamiento social en todas las interacciones humanas mientras dure la emergencia. Para ahí sí, Estado y sociedad civil juntos, en libertad, poder echar a andar la rueda de nuevo para enfrentar con más recursos la lucha contra el COVID-19.

Quinientos años pasaron sin que nadie hubiera podido desamarrar el nudo gordiano. Alejandro Magno, queriendo conquistar Persia, se encontró con el porfiado nudo una vez derrotada Frigia. Al notar Alejandro Magno que no podía desenredarlo, sacó su espada y de un solo tajo lo cortó proclamando: “es lo mismo cortarlo que desatarlo”. Tendrían que pasar muchos años y vidas para que alguien con pensamiento lateral y creatividad, rompa paradigmas y simplemente resuelva.

A partir de ese momento, con la venia de Zeus, Alejandro Magno pasaría a la historia como el más grande conquistador de la Antigüedad y quizás del mundo.

¡Hasta la próxima!