Construyamos un mejor 2021

Avatar del Iván Baquerizo

Espero sinceramente que este 31 de diciembre del 2021 venidero, viendo retrospectivamente, podamos brindar por haber logrado forjarnos el año que hoy con entusiasmo nos deseamos

Podría comenzar mi primera columna del 2021 con el típico cliché del deseo de un feliz año nuevo. Como resulta usual estos días, nos deseamos mutuamente y de acuerdo con el gusto o preferencias de cada uno: prosperidad, salud, felicidad u otros. Deseos y augurios que con las telecomunicaciones de hoy no solo se han multiplicado, sino que se han globalizado. Lo curioso es que expresamos nuestros deseos como una mera esperanza producto de la providencia o del azar sin ir más allá, pues en la mayoría de los casos solo eso nos compete. Sin embargo, si bien hay aspectos de la vida que no podemos controlar, también es cierto que somos nosotros los que forjamos nuestro destino. A diario tomamos decisiones, actuamos o dejamos de hacerlo y escogemos nuestros caminos. Por consiguiente, no solamente se trata de desearnos un feliz año; se trata de actuar con decisión para realmente construirnos uno mejor.

Independientemente de los retos personales que tengamos cada uno, quisiera relievar dos desafíos importantísimos que nos involucran a todos los ecuatorianos: la pandemia de COVID-19 y las próximas elecciones presidenciales. Si bien el 2020 nos tocó vivir lo más duro de la pandemia, este debería ser el año que la venzamos y que recuperemos nuestra economía. Hagámoslo nosotros responsablemente, en una suerte de ‘laissez faire’ sanitario, sin el padrinazgo entorpecedor del Leviatán. Asimismo, debemos movilizarnos para que lo antes posible logremos importar y vacunar voluntariamente la mayor cantidad de personas porque, aunque conlleve riesgos vacunarse, deben ser menores que los de la COVID-19 y sus efectos secundarios.

Teniendo la urgencia e importancia de salvar vidas, el Estado debería hacer lo que tenga que hacer con tal de facilitar que la sociedad civil se involucre en la titánica tarea de importar, distribuir y vacunar a las personas rápida y eficientemente. Acá debería aplicar aquella frase de que la realidad supera la legalidad.

Otro hecho cuya resolución está en nuestras manos y que influencia drásticamente en nuestras vidas son las próximas elecciones presidenciales. Insistir en engendros colectivistas, socialistas o populistas es insistir en aquellas recetas que han empobrecido y destruido generaciones enteras. Por lo tanto, resulta inverosímil y solo producto de la mente perturbada de individuos de espinazo encorvado, que se sigan planteando aberraciones colectivistas. Está en nosotros actuar y apoyar proyectos políticos que, dejando a un lado afectos o desafectos, nos garanticen libertad para trabajar, emprender y prosperar porque, como bien decía Friedrich von Hayek, el socialismo nos promete un camino a la libertad, pero nos termina imponiendo un camino a la servidumbre.

Está en nuestras manos cambiar nuestras vidas para bien, porque no se trata solamente de desear mejores días, sino de actuar para lograrlos y dejarles un mejor país a nuestros hijos. No es fácil, pero nadie dijo que lo era, y usando la famosa jerga futbolera; ¡sí se puede!

Espero sinceramente que este 31 de diciembre del 2021 venidero, viendo retrospectivamente, podamos brindar por haber logrado forjarnos el año que hoy con entusiasmo nos deseamos.

¡Hasta la próxima!