Iván Baquerizo | 'Hello again'

El pensamiento y la acción libre, ejercidos con responsabilidad, abren caminos, multiplican oportunidades y crean riqueza
Los que ya pintamos canas recordaremos que hace más de cuarenta años, en 1984, una banda new wave estadounidense llamada The Cars lanzó una canción titulada ‘Hello again’. Su música pegajosa y su letra aparentemente simple y repetitiva, esconde la ironía de aquello que decimos cuando no decimos nada. ‘Hello again’, repetida como eco, podría sonar a saludo o, mejor aún, a reencuentro...
Así, ‘Hello again’ suena como un buen punto de partida para retomar estas líneas. Volver a escribir esta columna podría parecer un regreso al teclado exclusivamente, pero representa mucho más que eso; es una apuesta a contribuir con el debate público y el intercambio de ideas. Aquello que los liberales llamamos la batalla de las ideas.
Hace unos años, cuando comencé esta columna, lo hice con un “Hola, soy Iván Baquerizo”, inspirado en un Johnny Cash presentándose en Folsom Prison. Hoy, con algo más de kilometraje a cuestas, vuelvo a decirles ‘Hello again’, buscando preservar la misma visión, pero quizás con una mirada más afinada, más escéptica y, por supuesto, más experimentada.
No soy periodista, no soy político ni gurú de nada. Soy, como entonces, un ingeniero civil que aprendió que articular ideas y propuestas es construir también. He sido parte de proyectos urbanos, sociales, privados y públicos. He visto cómo las ideas mal entendidas pueden levantar murallas en vez de puentes. Y también he visto cómo el pensamiento y la acción libre, ejercidos con responsabilidad, pueden abrir caminos, multiplicar oportunidades y crear riqueza.
Sigo creyendo que la libertad es el oxígeno del alma, porque probablemente no hay, ni habrá, condición más anhelada por el ser humano como la de vivir en paz dentro de una sociedad libre. La historia universal demuestra -clara y objetivamente- que los grandes cambios no provienen de la genialidad de estadistas brillantes, sino de millones de hombres y mujeres comunes interactuando en libertad. Son aquellos actos cotidianos los que han y siguen construyendo prosperidad, muchas veces a pesar del Leviatán.
Por eso vuelvo a escribir. No porque crea tener las respuestas -que no las tengo- sino porque valoro el ejercicio de cuestionarnos permanentemente. No porque me sienta dueño de la verdad, sino porque sé que hay muchos puntos de vista que merecen espacio y resonancia. No porque crea que tenga la razón siempre, sino porque soy un convencido de la fuerza de las ideas. Y si este rincón puede ser útil para ese propósito, pues solo por eso vale la pena regresar.
Escribir hoy es resistir a la frivolidad, a saber diferenciar entre las señales y el ruido, es sostener criterios en medio de un mundo empujado a la polarización y al colectivismo. Por eso no ofrezco corrección política ni espectáculo mediático. Ofrezco pensamiento atemporal y honesto, aunque a veces resulte incómodo en un entorno cada vez más intolerante.
Así que si tú lector, si sigues por ahí y aún me recuerdas, ‘Hello again’. Vengo, como The Cars, a explorar lo que hay detrás de ese saludo: nostalgia, crítica, ironía, pero sobre todo a un intento de reconexión, endógena y exógena. Por eso, hoy como otrora, con más convicción que nunca, ¡hasta la próxima!
Con afecto,
Iván Baquerizo