Columnas

Entre Jaimes

'De las declaraciones de Vargas nadie debe burlarse. Cumplen su objetivo de escandalizar y sonar antes de las elecciones'.

Ahora tenemos dos presidentes. De Jaime Vargas he escrito en dos ocasiones: una, posterior al paro. Analizando las consecuencias, estaba un lógico empoderamiento de la Conaie: se había consagrado un nuevo actor político, que cambiaría la dinámica de nuestro período electoral. 

En la segunda ocasión discutí sobre su peso político; aun sin datos determinantes es razonable atribuirle el apoyo general de la población indígena y en menor medida, pero perfilándose como candidato fuerte, el de la sierra rural. Las primeras encuestas parecen confirmarlo: según Informe Confidencial, en la simulación de febrero si las elecciones fuesen hoy, más del 25 % de la sierra le daría su voto sobre los otros candidatos. Y sin importar si es de Costa, Sierra u Oriente, el 33 % del Ecuador rural lo apoyaría. 

Nada despreciable si recordamos que unos 6 millones de ecuatorianos viven en el campo. Y él se está proyectando como su candidato. Pero atentos, el 33 % no es duro. Si Rafael Correa participase en las elecciones ese número desciende 9 puntos: un sólido 26 %. No extraña, después de todo estos dos personajes de nuestra política comparten discurso y se disputan el mismo público objetivo. Jaime Nebot acá tiene la oportunidad; de esos 9 puntos, aún no comprometidos, puede pescar. Y es algo que al parecer ya sabe. De ahí que su énfasis -incluso bombardeo- en redes sociales se asiente en lo que el “agro necesita”. 

Un discurso diferente al de los anteriores, su enfoque no está en la explotación o la injusticia. Sino en cómo ser productivos y créditos a bajo costo. Puede resultar electoralmente interesante. Con ese enfoque y un binomio comunicacionalmente atractivo (alguien nuevo, preferiblemente mujer, sin pasado político pero conectado al medio) podría aumentar su intención de voto en la sierra, que no pasa del 10 %. Lo que está claro es que de las declaraciones de Vargas nadie debe burlarse. Cumplen su objetivo de escandalizar y sonar antes de las elecciones. También está claro que sin la presencia de Nebot en esta contienda, analizando estos números, Vargas está más cerca de pasar de segundo presidente hipotético a un primer presidente real.