Columnas

¿Y el correísmo?

"La ausencia de Rafael en la papeleta es un “revés” electoral durísimo pero con el que ya contaban"

Concluí mi artículo pasado que con tres frentes (Otto, la 6 y Lasso) la derecha se diluye y la “garantía” de tener un candidato de tendencia en segunda vuelta, también. Escenario complicado, en especial si en la otra llave está el correísmo. ¿Tiene posibilidades? El gobierno actual (temiendo las repercusiones de su regreso al poder) está bloqueando todo camino. Actúa como muro de contención, tratando de tapar sus grietas; con tal que no pase el agua. La primera medida, la más contundente: la ratificación de la sentencia. Rafael Correa ha perdido sus derechos políticos. El fantasma de su virtual vicepresidencia se esfumó. ¿El correísmo también? No. La ausencia de Rafael en la papeleta es un “revés” electoral durísimo pero con el que ya contaban. Ingenuos no son. La posibilidad de “ganar” por la vía legal, queda descartada. Pero el ‘show’ lo saben hacer muy bien. Hablan de su “candidatura” para construir el relato: nos temen. Somos perseguidos. Pero volveremos. La apelación, el abogado, su “vicepresidencia”, todos personajes necesarios en su narrativa. Gran parte de su éxito dependerá del candidato que elijan. Suenan nombres: Marcela Aguiñaga, los hermanos Correa, Pabel Muñoz. Algunos con más peso que otros. ¿Qué plataforma utilizarían? Prácticamente el CNE ha invalidado todas sus opciones (segunda medida de contención). Compromiso Social, Justicia Social, Podemos, todos, anulados. El mecanismo encontrarán. Alguien que le preste un movimiento es lo único que necesitan. Después de todo, será solo un medio para crear la alianza de la “Unión por la Esperanza”. No contar con un partido ya establecido equivale a inestabilidad, pero eso no importa. Lo que importa es que personifique a Correa. Y a la causa que representa: la “resistencia” para garantizar su regreso. Si logran hacer esto bien, oportunidades tienen. Las elecciones pasadas y sondeos actuales así lo demuestran. En caso de que ganen lo suficiente en 2021, encontrarán la forma de eliminar estos cuatro años: lo primero, las sentencias. Nada está dicho, pero estamos advertidos. El riesgo es enorme. Cuidemos ese muro y juguemos de forma inteligente.