Iñigo Balda | La corrupción
El planeta está lentamente entrando en estado de descomposición y el cáncer que lo afecta se llama corrupción
La corrupción es algo que siempre ha estado presente en todas las sociedades, de una u otra forma. ¿Pero, no sienten que ahora cada vez prevalece más en nuestra sociedad, y en todas las demás? Lo que antes podían ser casos aislados de vez en cuando, que causaban gran escándalo, ahora parece que cada vez nos impactan menos, justamente por la gran cantidad de ‘casos aislados’ de corrupción que vivimos a diario, ya no solo en el Ecuador, sino a nivel mundial. El planeta está lentamente entrando en estado de descomposición y el cáncer que lo afecta se llama corrupción. ¿Cuáles son los factores que hacen que este lastre se expanda? Hay tres factores que se juntan para crear esta pandemia de corrupción, todos entrelazados entre sí, ya que son causa y efecto el uno del otro.
El servicio público es justamente eso, servir a la población. Había una época en que era el honor de una vida, el poder aportar lo aprendido durante una carrera en beneficio de toda la población o sociedad de una región o país. Este ideal se ha perdido, en gran parte por culpa de la extrema polarización política y la utilización de los medios de comunicación para desacreditar al adversario, sea o no verdad la acusación que se hace. Esto ha llevado a que cada vez sean menos las personas que sienten verdadera vocación de servicio público, con importantes currículos a su haber, en favor del político de carrera, quien tienen mayor prevalencia en la política a nivel mundial hoy. Este es el primer factor y la base de todo el fenómeno.
El segundo tiene que ver con la sociedad. Hemos creado un mundo dónde los valores de siempre, como la constancia, el esfuerzo y la honestidad están siendo desvirtuados. ¿De qué sirve el esfuerzo si no te hace rico? Los chicos de hoy no apuntan a tener una carrera y labrarla, apuntan al dinero fácil: ser ‘influencer’, futbolista, político y hasta narco para llegar a ese estatus lo antes posible. Vivimos en una sociedad donde lo tangible importa cada vez más, por lo que es importante poder referenciar todo a través de lo material. Eso nos venden la publicidad, las marcas y el entretenimiento que consumimos. Solo más es más. Si juntas a las personas que se meten en política para hacer carrera se entiende mejor que cada vez los políticos se suban más los sueldos, esos que pagamos todos mediante nuestros impuestos. Alguna vez, y porque el hombre es débil, las personas en funciones públicas son tentadas al ver la cantidad de dinero público que pasa por sus manos, que debería ir al bien común. Pero al ser ellos quienes lo vigilan, ¿pues, qué son dos mil dólares de 100 millones que desaparezcan? Esos dos mil mañana son cuatro mil, y así sucesivamente. ‘Solo’ una pequeña trampa para llegar a tener más.
El tercer factor es la polarización. Los políticos, sabiendo que todos funcionan igual, están constantemente investigando a los adversarios para ver dónde les encuentran un escándalo de corrupción, y al ser más constantes estos debido a los políticos de carrera, los encuentran por todas partes. La prensa informa sobre ellos y los medios modernos hacen circo para ganar visualizaciones.
Todos somos parte de una u otra forma de este círculo putrefacto. Así también está en nuestras manos acabar con él.