Columnas

Ecoeficiencia humana

Se debe deshacer para poder coger la puntada correcta.

Conversaba con la vicepresidenta, María Alejandra Muñoz, respecto del anuncio del Ministerio de Ambiente y Agua del Ecuador - MAAE, que estaría prescindiendo de 398 colaboradores, y ella en su manera sabia de atender lo público, entre algunas cosas, me dijo: “…Aduana empezó con 1.600 funcionarios, ahora son 800 y los tiempos de desaduanización se redujeron a la mitad…”.

El MAAE reviste importancia histórica para nosotros y las generaciones venideras, básicamente porque su gestión es contribuir al desarrollo económico y social; se divide entre la conservación de nuestro patrimonio natural y la regularización y control sobre las actividades que puedan tener un impacto sobre la calidad ambiental. Así que no es “pelo de rana” esa gestión, habida cuenta por ejemplo de que si no se cuida la calidad de agua de cuerpos de agua necesarios para el riego y consumo humano, y no se controlan las concesiones de agua, hay desigualdad en el desarrollo.

Al fusionarse con la Senagua, como es obvio adquirió personal especializado y puede ser que exista duplicidad de gestiones. En el documento sobre la reforma institucional de la gestión ambiental está el préstamo externo del BID por USD 13’377.369,70 para liquidar a esos 398 funcionarios.

La ecoeficiencia fue una definición que propuso y promovió mundialmente el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible Wbcsd, y dice: “es la ratio entre el valor añadido de lo que se ha producido y el impacto ambiental añadido que ha costado producirlo”. Es hacer más con menos recursos. Es tratar de disminuir el impacto ambiental y los riesgos. Ese es el enfoque de María Alejandra cuando apoya la decisión de reducir personal en un área estratégica.

Pero no puede darse una eficiencia en la gestión si no va de la mano con la transformación digital, y entendiendo previamente ¿qué vamos a priorizar? ¿Qué es lo urgente? ¿Qué es lo indispensable para la vida económica y humana? ¿En qué lugar estamos poniendo la conservación y nuestra biodiversidad? ¿Qué problemas mundiales tienen repercusión nacional? ¿Cambio climático, pérdida de biodiversidad y recursos genéticos?

En línea con un editorial que publiqué sobre los primeros 100 minutos del próximo presidente, busquemos la digitalización del control forestal, así como el uso de la declaración juramentada para aprobar los permisos ambientales. Conocer la data nacional de calidad de recursos naturales en áreas geográficas. Simplificar digitalmente los permisos. Participar a la ciudadanía 24/7 de los proyectos a realizarse. Formar equipos de innovación sostenible. Crear un tablero de comando y control, y de indicadores de sostenibilidad. Rescatar las buenas prácticas empresariales para promoverlas a otras empresas y hacer una plataforma digital de “croudsourcing” que permita a la próxima generación de emprendedores y jóvenes innovadores aportar con soluciones sostenibles y generar impacto a escala.

Como se detalla en la Perspectiva de riesgos COVID-19 del Foro Económico Mundial, el impacto de la pandemia ha creado nuevos riesgos en muchas áreas diferentes, incluida la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Se debe deshacer para poder coger la puntada correcta.