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El comercio del océano

Avatar del Inés Manzano

Esta lucha no es contra los chinos sino contra la falta de información, la impunidad y la inacción de funcionarios

Durante 20 años se ha hablado en el Organismo Mundial del Comercio, OMC, de sancionar a las embarcaciones de pesca ilegal, no declarada, no reglamentada, conocida por sus siglas: Indnr. Una situación que la FAO, organismo de Naciones Unidas, inició en el año 1990 y que en Ecuador desde abril del 2020 está en una ley orgánica.

La pesca Indnr afecta a todos los aspectos y etapas de la captura y utilización del pescado y, en ocasiones, puede estar asociada con la delincuencia organizada.

Hace seis meses, la Armada del Ecuador tiene un Centro de Operación, con 20 personas trabajando 24/7, para revisar los movimientos sospechosos de las embarcaciones en alta mar y dentro de la jurisdicción ecuatoriana. Uno de los ejemplos encontrados gracias al sistema y alianza con el Global Fishing Watch y el Gobierno de Canadá, ha sido una embarcación de bandera china cuya localización con GPS la ubica al norte de las Islas Galápagos, pero que físicamente está en las costas de África pescando. Asimismo, al sur de Isabela, una embarcación ecuatoriana, hace pensar que podría ser una pesca con palangre, un arte de pesca prohibido en todo el Ecuador menos en Galápagos, que se usa dizque para investigación desde el año 2001, con sendos informes donde dice que el 70 % de las especies que caen están protegidas… aunque no sabemos por quién.

Mientras, en alta mar avanzan 305 buques, 293 de nacionalidad China hacia el limite sur de la ZEE insular del Ecuador, pescando calamar, sin observadores en sus embarcaciones para asegurarse de que es la pesca que dicen, y que se está haciendo con enfoque ecosistémico, como toda la normativa internacional lo exige.

En Nueva York, Naciones Unidas acaba de postergar la Convención sobre Biodiversidad en Alta mar, que debía firmarse en diciembre 2020, al año 2022. Pero al mismo tiempo, se promueve el Acuerdo por los Océanos y el de la Contaminación Marina de Plásticos. Mas, ¿qué sentido tienen si no se defiende la biodiversidad en alta mar?

En tanto, la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur, OROP -PS, sigue sin un delegado permanente del Ecuador, y este año mediante resolución 16-2021 expidió las Medidas de Conservación y Ordenamiento para Establecer el Programa de Observadores, por el cual Ecuador deberá formar a los suyos y acreditarlos.

La esperanza recae en el texto de la directora general de la OMC, Okonjo-Iweala, para que cada país, el 15 de julio acepte el borrador de eliminación de subsidios -desde combustibles, equipos, hasta garantías- para todas las embarcaciones donde se compruebe la pesca Indnr, o actividades que contribuyan a la sobreexplotación o sobrepesca de especies; o fuera de la jurisdicción de un Miembro ribereño y fuera de la competencia de una OROP; o cuando un barco no enarbole el pabellón del Miembro que otorga la subvención.

Todo esto nos hace volver la mirada hacia la Marina del Ecuador y su trabajo. Si dan la información analizada y las otras autoridades actúan, se podrá hacer historia y justicia con la naturaleza. Con ese universo desconocido en su magnitud: el océano.

Esta lucha no es contra los chinos sino contra la falta de información, la impunidad y la inacción de funcionarios.