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De átomos y bits

Avatar del Inés Manzano

Algunos permanecen horas, otros años. Pero al cabo de 10 años la mayoría ya han sido sustituidos. Y solo hay dos formas en que entran a tu cuerpo: a través del aire que respiras y de la comida y bebidas que consumes.

Usualmente nuestra realidad está comprendida por la existencia de átomos, que forman la materia que vemos y con la cual interactuamos.

Brian Clegg, en su libro ¿Qué piensas que eres?, nos recuerda que cada átomo en nosotros vino de otra parte y se reemplazan constantemente en diferentes ritmos. Algunos permanecen horas, otros años. Pero al cabo de 10 años la mayoría ya han sido sustituidos. Y solo hay dos formas en que entran a tu cuerpo: a través del aire que respiras y de la comida y bebidas que consumes.

Pero estamos siendo empujados a un nuevo momento, el Metaverso, donde podemos optar por conocerlo, explorarlo, o ignorarlo. ¿Qué es? ¿Qué nos brinda? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Hay margen para controlarlo? ¿Es ético? ¿Qué usos son positivos?. En octubre del 2021, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció que los metaversos serán parte fundamental de la visión de su compañía, al punto que decidió cambiar el nombre del corporativo a Meta. Lo mismo Google.

Etimológicamente la palabra viene del griego meta: más allá, y verso: universo. Y consiste en un entorno virtual de 3D que es parte de un rol inmersivo en línea, mundo ficticio y de realidad aumentada, y que requiere una identidad digital llamada avatar, construida por el mismo usuario, y que la única manera de que no represente un potencial peligro es que sea construido con ‘blockchain’, donde la trazabilidad del avatar sería garantizada. Es decir pasaremos de ser de átomos a ser de bits.

Dentro del Metaverso hay compraventa de muebles e inmuebles como terrenos digitales, se construyen ciudades; hay interacción con otros avatares, y también delitos, como el que denunció una usuaria de haber sido violada por otro avatar. Ahora bien, ¿podrían calificarse tales hechos como un delito contra la intimidad o contra la integridad moral de la persona física detrás del avatar? ¿Y si quien maneja la existencia virtual es un menor de edad? Por el momento, la compañía de Mark Zuckerberg ha declarado que añadirá una distancia mínima entre sus avatares para evitar la comisión de actos similares en el futuro.

No existe una norma legal hasta el momento para decir que hay una gobernanza legal mundial. Existen, por parte de la Unión Europea, dos marcos regulatorios interesantes como los derechos digitales de las personas, y son: la Declaración de principios y derechos para guiar la transformación digital, y el Reglamento sobre Inteligencia Artificial. Faltarían temas penales y regulaciones sobre las criptomonedas, porque posiblemente el mayor impacto se dará en la economía digital, ya sea a través del creciente mercado de los Token No Fungibles -NFT.

Una de las consecuencias sociales también importantes sobre las cuales reflexionar es que el Metaverso agranda la brecha de conocimiento digital en Ecuador, donde no todos tienen acceso y conocimiento; existen ciberdelitos no previstos, y la web3 (el nuevo internet del valor) no se discute aún.

Lo que sí me queda claro es que interesarse por el Metaverso podría solucionar algunos problemas que tenemos, como la participación ciudadana para proyectos álgidos, como el de los mineros; y que se use con antelación al proyecto y durante su ejecución. Es decir, poner lo digital al servicio de lo legal ambiental.