¿Cómo regresamos a la reactivación productiva? ¿Cómo el mundo lo proclama y lo hará? ¿En qué tiempo?

Europa en pandemia se propuso para reactivarse, hacer un acuerdo -el Pacto Verde Europeo- entre sus países para ser el primer continente con emisiones de carbono en cero para el 2050. Con un ambicioso plan de acción, señala que impulsará un uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular, restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación.

Y tenemos a nuestro presidente Lasso iniciando su gestión pública bajo la promesa de entrar en las grandes ligas de los países que van hacia emisiones cero en carbono; y toma la ventaja de tener la única Constitución a nivel mundial que le otorga derechos a la naturaleza, para proponernos que reactivemos la economía hacia la transición ecológica. Y aquí detengámonos y pongamos atención, porque volvernos ecológicos no será intervención estatal a través solo de descarbonizar la energía, fomentar el transporte público con energías limpias, colaborar con países y organismos internacionales para conservar nuestra biodiversidad, construcciones públicas o uso del dinero público en proyectos que aborden la sostenibilidad, sino que intervendrán la empresa, el comercio, los artesanos, los agricultores, la academia… y hasta la ciudadanía.

La meta es al 2050. Nos tomará 30 años, 2 generaciones completas de nuevos ecuatorianos conectados con la naturaleza y la libertad, solucionar y proveer al 80 % de la población asentada en ciudades y con necesidades que deberán revestirse de ecológicas; consumidores nacionales e internacionales que exigirán y elegirán lo verde por encima del producto y precio que no ofrezca un cambio de hábito. Estamos ante el mayor llamado de acción, necesario, nacional, mundial, urgente, y de cara al futuro.

¿Y qué se puede ofrecer, hacer para lograr la transición ecológica? En Ecuador versus otros países, los recursos naturales nos han dado la oportunidad de estar encaminados hacia generación de energía eléctrica limpia; así que nuestro camino -bastante más avanzado que Europa en eso- para lograr un impacto es en la industria, la construcción, transporte, uso de tierra, agricultura y financiamiento; con acciones como el recambio de maquinarias, equipos y tecnologías a unas limpias, eficientes; es la verdadera conservación, sea con alianzas público privadas, un mercado de permisos negociables para registro y reducción de emisiones o para productos verdes; la reforestación intensiva y su control digitalizado, ejercer el derecho de repetición contra los que han contaminado recursos como agua, aire o suelo, sean empresas públicas o privadas; registrar y digitalizar la pesca con enfoque ecosistémico, educación, diseños inmersos en la economía circular de productos, infraestructura y servicios; viviendas y edificios con independencia energética basada en energía solar; tecnología satelital para la agricultura de acceso gratuito, y mucho más.

Pero esta carrera hacia la transición ecológica debe estar definida ya, para poder constituir fondos que permitan a otros países invertir en Ecuador, apoyarnos; ser naturalmente coherentes.

Lo mejor del futuro es que se construye hoy.