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La paternidad

Avatar del Ignacio Granja

Colabore para salir del estado de postración en que nos dejó la robolución, de la que ustedes también fueron víctimas

Es un estado del ser humano, varón, que le proporciona la mayoría de las veces, grandes satisfacciones y otras, sufrimientos que nos invitan a pensar si algo hicimos mal, educando o dándoles malos ejemplos, pues, al fin y al cabo, ellos, nuestros hijos, al venir atrás, se fijan en lo que uno hace y tratan de imitarnos. Por lo antes manifestado y por los desatinos del indígena del poncho rojo, me permito preguntarle si él es padre. En caso afirmativo, alguna vez ha pensado en el ejemplo que le da a sus descendientes con su mal proceder, siguiendo doctrinas absurdas que buscan el estallido de la patria de todos. Sí señor, de todos, no solo de sus representados y de usted, que se autotitula defensor de los derechos de su raza que, por cierto, es minoría en el Ecuador. Le pido disculpas por llamarlo SEÑOR, ya que desconozco el título que ostenta entre su raza. Hace poco se conoció que se fastidió porque no lo llamaron autoridad. Como es muy susceptible, hago la debida aclaración.

No amenace con más paros y afanes de derrocamiento al Gobierno que la mayoría eligió. Colabore para salir del estado de postración en que nos dejó la robolución, de la que ustedes también fueron víctimas. Tenga la entereza moral y reconozca que, para sus hijos, si los tiene, desea un mejor lugar para vivir en paz y armonía con todos los ecuatorianos. Que ellos no asimilen su odio. Que aspiren a ser mejores que usted. Eso es lo que deseamos los seres humanos que hemos sido bendecidos con una descendencia encargada de continuar lo que uno formó y que fue lo que recibimos de nuestros predecesores. Hay gente que se sacrifica sirviendo a la patria y otros, por desgracia, que se encargan de llevársela en peso sin importarle el daño que originan ni la ignorancia a la que los someten, pues de esta manera se aprovechan para imponer doctrinas estúpidas concebidas por seres anormales reunidos en foros llenos de odio y maldad, ordenando la destrucción de la única manera de gobernar un país: la democracia. No es perfecto el sistema mencionado, pero es mejor que cualquier doctrina abortada o defecada.

Consulta viene y el mamotreto sigue, de manera que casi todo lo creado para el prófugo nos llevará al abismo. Presidente, acuérdese de la mayoría que lo elegimos.