Premium

La Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG)

Avatar del Guillermo Arosemena

"La BVG es una de las más atrasadas de la región..."

Por años he escrito en diarios y libros sobre el mercado de capitales en Ecuador, no para celebrar sus logros, que son escasos. No debería ser así, en Guayaquil nació una de las primeras bolsas de la región. Fundada a 1844, tuvo corta vida, característica ecuatoriana; ejemplo: 20 Constituciones. Hay continuidad en acciones reñidas con la ley: corrupción, contrabando, etc. En 1873, segundo intento, igual duró poco tiempo; paralelamente nacieron las compañías hoy llamadas de capital abierto. Casi el total de bancos fundados desde 1860 tuvieron muchos accionistas, lo mismo pasó con compañías como la Empresa de Carros Urbanos. No se trataba de que los promotores no tenían suficientes recursos económicos. Sin darse cuenta estaban fomentando la actividad bursátil. A fines del siglo XIX había más de 10 empresas de capital abierto con presencia de transacciones casi diarias. Lo mismo sucedía con la cédula hipotecaria. En los treinta del siglo pasado hubo la tercera bolsa, que desapareció, y llegamos a la actual desde 1969.

La BVG es una de las más atrasadas de la región, midiéndola con base en la capitalización entre bolsas y el indicador (capitalización/PIB). En valores relativos y absolutos andamos muy mal. En un estudio de OECD de nuestra región, (no están todos los países) aparece Chile con el indicador de 80 %, el más alto, muy por encima de Brasil y México. Argentina aparece con 10 %. Si estuviera incluido Ecuador no tendría más de 5 %. En número de compañías que transan acciones, a pesar de su poca población, Chile tiene 200, más que México, Argentina y Colombia. En Ecuador debe haber entre 25 y 30, pero no más de 3 o 4 con presencia diaria.

Para el ridículo tamaño del mercado hay un exceso de casas de valores que pasan su tiempo negociando obligaciones. Se han dado ilícitos. Ecuador necesita una superintendencia que evite los fraudes y la BVG una administración con conocimientos bursátiles y fiscalización para estar al día en una actividad indispensable para salir de la pobreza, y dar seguridad a inversores.