Columnas

Mujeres y familia en la economía

Ha pasado un año desde que se instituyó la ley orgánica de Economía Violeta sin ver cambios en el sistema de protección social, ni de cuidados

La economía gubernamental debe ser dirigida a conseguir puntos equidistantes ante el desarrollo sostenible, siguiendo una línea de igualdad de derechos, proponiendo eliminar las falencias encontradas en escenarios de subdesarrollo expresadas a través de distintas formas de desigualdad social, discriminación y violencia de género, que mantienen en zozobra a la sociedad, especialmente el que está dirigido a la mujer y la familia.

Sus mecanismos son de oportunidad y equidad social igualitaria para hombres y mujeres, con lo cual se estaría contribuyendo a minimizar la pobreza y todas sus formas de expresión.

En el histórico de esta construcción de igualdad, primero se ha tenido que desdibujar la palabra ‘sexo’, que indica la condición biológica que distingue a mujeres y hombres. ‘Género’ es la construcción de un conjunto de roles y valores correspondientes a uno y otro sexo, y se le denomina de forma diferente para enfatizar que su definición es histórica y socialmente construida.

Naciendo la necesidad de empezar a mirar el papel de los hombres y de las masculinidades en la construcción de las relaciones de poder entre los géneros y en la sociedad en genera como una de las estrategias para superar las dificultades hacia la equidad de género, entendida esta como una propuesta de construcción de ciudadanía, de vigencia de derechos y combate a la pobreza, surge la Economía Violeta, que apunta a reducir la brecha de género en el mundo del trabajo, inclusión social, educación, y política.

En esta línea ha pasado un año desde que se instituyó en Ecuador la ley orgánica de Economía Violeta sin ver cambios en el sistema de protección social, ni de cuidados para reducir las barreras de acceso al mercado laboral de las mujeres.

Para fortalecer la economía violeta hay que promover oportunidades equitativas para mujeres y hombres, garantizando la existencia de sistemas de protección social, tema central del programa conjunto de ONU Mujeres, donde enfatizan: “a más equidad de género, mayor productividad y satisfacción por la vida”.