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Francisco Rosales Ramos | Reformas financieras y monetarias

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Solamente la ética y la honestidad asegurarán la autonomía y confiabilidad de los miembros de la JM

La compleja y dispar Ley Orgánica de Integridad Pública que reforma las compras públicas, el Código Orgánico y Financiero, el Código Penal, normas laborales y varias otras, ha acertado en juntar en un solo órgano, la Junta de Política y Regulación Financiera y Monetaria, (JM), las funciones hasta ahora repartidas en dos órganos que adoptaban resoluciones a veces descoordinadas y hasta contradictorias.

La reforma ha optado por la estructura de los directorios de los bancos centrales en varios países: miembros que trabajen a tiempo completo, que no pueden desempeñar ninguna otra función pública ni privada y que tienen una serie de requisitos que, penosamente, no aseguran ni su calidad ni su desempeño. Por ejemplo, el título académico de cuarto nivel. El país esta lleno de maestrías y hasta doctorados con cursillos de apuro. O no haber desempeñado ninguna función en el sistema financiero privado y similares en al menos los dos últimos años. Es ingenuo creer que con ello se cortan los posibles vínculos con tales instituciones.

Solamente la ética y la honestidad asegurarán la autonomía y confiabilidad de los miembros de la JM.

A su vez, será muy cuesta arriba encontrar profesionales exitosos con buena formación académica y 10 años de experiencia en economía y finanzas que acepten dejar su actividad privada para convertirse en empleados públicos con las limitaciones de remuneración que ello implica.

De otro lado, al Banco Central se le autoriza a “contratar créditos externos para financiamiento de la balanza de pagos y atender necesidades de liquidez”. Y, además, “líneas contingentes de liquidez”, con lo cual aumenta la tentación de que se financien las angustias de la caja fiscal. Está prohibido por ley, pero la imaginación es muy prolífica.

El Banco Central debería concentrarse en manejar el sistema de pagos, dejar la administración de las reservas internacionales porque se ha echado mano de ellas para financiar al gobierno, y convertirse en una secretaría altamente capaz y confiable de la JM.