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Recuperar las ciudades

Avatar del Francisco Huerta

Y enseñar en las escuelas por qué las calles se llaman así. Creo que ganaríamos todos recuperando a las ciudades para la gente

Sí. Recuperarlas para la gente. Está bien que adornemos el espacio urbano, a condición de mantener una buena relación costo-beneficio. Está bien procurar volver a tener lo que antes se poseía (esa es otra acepción de recuperar) pero, lo que planteo en este Cañón de futuro es tratar de poner otra vez en servicio algo que ahora se considera inservible, por ejemplo: las aceras o los parques que no se pueden usar, las primeras, porque la inercia dejó que se deterioren sin que hoy se pueda caminar por ellas sin temor a romperse una pierna o a ser asaltado o, peor todavía, a los segundos: el miedo les puso rejas y limitó las horas en que es posible permanecer en ellos.

¿Es posible concebir una ciudad sin aceras utilizables y sin parques abiertos? Yo podría testimoniar que los jóvenes de antes caminábamos, y con gusto, las calles de nuestras ciudades. Sabíamos sus nombres y averiguábamos el porqué de esa denominación. De los parques, donde estudiábamos, salíamos en las primeras horas de la madrugaba y caminando nos dirigíamos, dispersándonos, a los respectivos domicilios, cargando sin temor unos pesados textos. Nadie nos asaltaba, y claro, en esos tiempos todavía no teníamos celulares, y los ladrones de entonces conocían de memoria que si nos atracaban, apenas lograrían hacerse con unos pocos sucres.

Conste que aún no soy de los que dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Reconozco y disfruto de los actuales signos de progreso pero, me atrevo a reclamar que el “nuevo” urbanismo nos está dejando sin ciudades. En revancha ahora, con aire acondicionado y con cierta seguridad, uno va a caminar en los enormes centros comerciales que algunos, necesitados de importancia, prefieren denominar mall o ‘shopping center’ o hasta shopping mall.

A esos les digo: ¡Que viva el castellano! Y los pondría a leer Don Quijote de la Mancha.

Mientras tanto, bien harían las autoridades en obligar a los desarrollos urbanos a contemplar la existencia de parques y aceras. Y enseñar en las escuelas por qué las calles se llaman así. Creo que ganaríamos todos recuperando a las ciudades para la gente.