Columnas

Hepatitis y eticosis

"Mal andamos. Es urgente que nos organicemos para defender los valores fundamentales de la República, ahora prostituidos y desvirtuados"

¡Hola querido lector! (El saludo incluye: ¡querida lectora!). El asunto es muy grave como para tomarlo en serio pero, algo habrá que hacer para remediar la situación. (Al del Ineval lo renunciaron por menos). ¿Será posible que a estas alturas del siglo XXI, luego de un exasperante número de días nos salgan la ministra de Salud y la representante de la OPS en el Ecuador, con que lo del ciudadano chino asilado en un hospital de Quito era hepatitis?

La facultad de Medicina de la gloriosa Universidad Central del Ecuador, aunque solo fuese por gratitud a la memoria de don Eugenio Espejo, debería dejar sentada, o mejor parada, su formal protesta.

Tomarse todo el tiempo que se han tomado, manteniendo en la incertidumbre a los familiares y parientes del sufrido paciente asiático, a sus contactos que entraron en cuarentena, a los ecuatorianos que compraron mascarillas y hasta dejaron de pasar por el hospital donde estaba alojado, es impresentable.

Así que todo el drama terminó en hepatitis. Bien por el enfermo, mal por el prestigio de la medicina ecuatoriana. Como bien saben los cultos lectores, el sufijo itis se usa para significar inflamación. En el caso presente la del hígado o glándula hepática. No era muy complicado el diagnóstico. El impacto del nuevo coronavirus nos jugó una mala pasada. (Pronto se comenzará a especular, hasta donde conozco, sobre otitis. Amanecerá y veremos).

Sin embargo, lo que debe generar mayor preocupación es la epidemia de eticosis que estamos viviendo. Osis es el sufijo utilizado para significar degeneración. Eticosis, aunque la Real Academia de la Lengua Española no lo tenga todavía en su diccionario, es una palabra que anticipo, por la necesidad de describir con algún vocablo la actual situación nacional. Vivimos una degeneración de la ética. Los padres, los padrastros, los curas, los profesores, violan a nuestros niños. Se mata, con saña, por celos o por un celular. La administración de Justicia... ¿Para qué seguir? No cultivo el masoquismo social.

En cuanto a la eticosis, hay que hacer algo. Insisto en lo del Frente por el Sufragio Libre.