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Zaruma: la vulnerabilidad inducida

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Un desastre es, por tanto, una situación de daño grave, muchas veces irreversible, que altere la estabilidad de un ecosistema y que signifique que las personas pierdan sus bienes...’.

Se define al riesgo como una amplia variedad de eventos, cuyo origen puede ser físico o humano, que signifiquen un cambio en el lugar que ocupa una comunidad y que la probabilidad de su ocurrencia está en relación con la vulnerabilidad de esa comunidad frente a ese hecho. La vulnerabilidad de una sociedad está dada por su propensión a sufrir algún tipo de desastre en su lugar de asentamiento y las dificultades que enfrente para reponerse de este. Un desastre es, por tanto, una situación de daño grave, muchas veces irreversible, que altere la estabilidad de un ecosistema y que signifique que las personas pierdan sus bienes, los servicios, la infraestructura o el medio ambiente en que viven.

Si los desastres naturales son producidos por la influencia y acción directa de la naturaleza, los desastres no naturales o inducidos son de origen antrópico o social, entre ellos la sobreexplotación de los recursos naturales, como lo que está sucediendo en Zaruma.

La Villa del Cerro de Oro de San Antonio de Zaruma tiene un origen minero y ha sido la minería aurífera la razón de ser de su existencia. Su propia traza urbana responde orgánicamente a la topografía del lugar donde se asienta y su arquitectura, en madera y bahareque, se apropia armónicamente del paisaje natural y de la sinuosidad de la montaña. Estas características, sumadas al alto valor arquitectónico y de conservación de sus edificaciones determinaron que el 17 de julio de 1990 sea declarada Patrimonio Cultural del Ecuador.

El Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Cantón Zaruma aprobado hace un año y con proyección hasta el 2030 está plagado de declaraciones y de buenas intenciones: “Planificar el desarrollo sustentable territorial del cantón, para usar y ocupar el suelo de manera equilibra, ordenada y armónica”. “Promover una actividad minera inclusiva y sostenible, respetuosa con el ambiente”. Sin embargo, además de que a lo largo de los años se ha inducido la vulnerabilidad, los hechos están demostrando que poco o nada se hizo para impedir esta catástrofe anunciada.