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Cuando Durán quiso ser Guayaquil

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En la propuesta de Bérard se proponía una ciudad bajo tres grandes principios: el higienismo positivista, la funcionalidad vial y la estética urbana.

En 1905, Archer Harman, gerente de la empresa The Guayaquil & Quito Railway Company, organizó la Recreo Company para comprar la Hacienda El Recreo, de alrededor de 3.200 hectáreas, propiedad de Belisario J. Luque. Estos terrenos eran adyacentes a la estación ferroviaria ubicada en la antigua hacienda de Durán.

Harman concibió un concurso de proyectos urbanos que fue encargado a la Societé des Architectes diplomés par Ie Gouvernement de París y debía culminar en el desarrollo de una nueva y moderna Guayaquil para 80.000 a 100.000 habitantes, que debía remplazar a la que había sido arrasada en el Gran Incendio de octubre de 1896. Para ello creó la New Guayaquil Land Company, a la que en 1909 transfirió los títulos de la Hacienda El Recreo.

EI 15 de diciembre de 1906 se adjudicaron los premios del concurso. El primero a André Louis Bérard , el segundo a Monsieur Duménil, el tercero a Georges Morin-Goustiaux y el cuarto a Marcel Cochet. Todos los proyectos proponían una ciudad con amplios bulevares, tramas con calles en diagonal con remates con monumentos conmemorativos, en la línea del urbanismo decimonónico francés, y sin ningún referente al modelo colonial en damero, al que los franceses consideraban una traza anacrónica.

En la propuesta de Bérard se proponía una ciudad bajo tres grandes principios: el higienismo positivista, la funcionalidad vial y la estética urbana. En el proyecto se evidenciaba la separación de actividades residenciales, comerciales e industriales, articuladas por vías de comunicación, y la incorporación de grandes áreas verdes y espacios públicos destinados a actividades recreativas.

En 1909 Harman viajó a París con la finalidad de conseguir inversionistas para su proyecto, sin embargo, el plan fracasó. Si bien la idea de reubicar la ciudad en la otra orilla del río Guayas, sobre terrenos considerados más firmes y menos propicios a las inundaciones no dejaba de ser atractiva, en realidad era impracticable, ya que hubiera requerido trasladar y reubicar a los habitantes a un costo elevado, por lo que el proyecto fue archivado.