El juramento hipocrático es uno de los documentos más antiguos e influyentes en la ética médica. Fue escrito por Hipócrates, considerado el Padre de la Medicina, y ha sido utilizado durante siglos como modelo para la práctica médica ética.

El juramento establece los principios éticos fundamentales de la Medicina, incluyendo la obligación del médico de tratar a sus pacientes con respeto y compasión, de mantener la confidencialidad y de abstenerse de hacer daño intencionalmente. A lo largo de la historia ha sido objeto de muchas interpretaciones y revisiones, pero su importancia sigue siendo indiscutible. Ha sido utilizado como un símbolo de la relación de confianza entre el médico y el paciente, y ha sido adoptado por muchas organizaciones médicas como una declaración de sus valores éticos. También ha sido utilizado como modelo para la legislación y regulación médica.

El juramento hipocrático sigue siendo un recordatorio importante de los principios éticos fundamentales de la Medicina en una sociedad cada vez más carcomida por la corrupción, que divide éticamente a la clase médica del país. Existen médicos conscientes de la responsabilidad de su vocación, que recetan lo justo, dando un tratamiento adecuado y solicitando los exámenes precisos para curar una dolencia. Sin embargo, también existen otros a quienes con tal de facturar un poco más, no les importa enviar exámenes y pruebas innecesarias o recetar medicinas de algún laboratorio específico que los premia por recomendar clientes. En algunos casos esto raya en la criminalidad, juega con la vida de los pacientes, alargando tratamientos para beneficiarse económicamente. Hay médicos que luchan en hospitales sin recursos para tratar a sus pacientes y otros que han logrado el éxito económico sin necesidad de violar la ética. La corrupción en la práctica de una profesión no es una cuestión económica, sino moral. Los médicos que toman el juramento hipocrático se comprometen a utilizar sus habilidades para el bienestar de sus pacientes y a tratarlos con dignidad y respeto. Este juramento es un recordatorio de la importancia de la ética médica en la práctica de la Medicina y su relación con la sociedad.