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Fernando Insua: 100 días

Avatar del Fernando Insua Romero

Si hay algo que caracteriza a Noboa es que, al menos por ahora, sabe que su bien más preciado es el tiempo

El 23 de noviembre de 2023, Daniel Noboa asumió la Presidencia de Ecuador tras los comicios anticipados, marcando la digna salida de un Lasso que no estuvo a la altura de la historia. En sus primeros 100 días enfrentó una grave crisis de inseguridad y una economía aún no recuperada por la pandemia. La población, cansada, pedía respuestas inmediatas a problemas de difícil solución. Tal vez había candidatos más preparados o con mayor experiencia política, pero Noboa, sin tanta pompa y con más cautela, logró lo que parecía imposible en aquellos meses: llegar al poder y comenzar un proceso de recuperación de la confianza, al menos por ahora, en la fuerza pública, restaurando el concepto de gobierno fuerte y obteniendo resultados. Y pese a la ‘inexperiencia’ señalada por sus contrincantes, los resultados son contundentes. Ha logrado implementar parte de su agenda parlamentaria, manteniendo alta aceptación, que supera el 80 % según encuestas. Destacan medidas como la declaración de “Estado de conflicto armado interno” para combatir la violencia vinculada al narcotráfico, consiguiendo el respaldo de naciones amigas en ese proceso.

Si hay algo que caracteriza a Noboa es que, al menos por ahora, sabe que su bien más preciado es el tiempo. Tiene muy poco para dar resultados y aunque la primera dama, según declaraciones, tiene el “presentimiento” de que Noboa gobernará 10 años, solo dispone de meses para lograr resultados contundentes y así ganar en la consulta popular del 21 de abril, catapultándose a la presidencia en 2025, esta vez, y si los números le resultan, con un verdadero bloque de asambleístas propio. Por eso lo vemos lograr lo impensable: subir impuestos, equilibrar la economía y hacer reformas laborales en el contexto de una narrativa bélica sin bajar su popularidad. Es lógico pensar que ante la crisis política y de seguridad la población está dispuesta, al menos por ahora, a aceptar medidas duras siempre y cuando la seguridad sea garantizada y exista un liderazgo claro en el país. Hasta hoy, a diferencia de Moreno y Lasso, Noboa no tomó los 100 días como una ‘luna de miel’ con la opinión pública, sino más bien como una prueba de fuego o de supervivencia de su mandato.