Virus del CORRUP-20

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El titular de esta Prefectura fue sometido a prisión y luego de la audiencia...

Al parecer junto a la devastadora pandemia del COVID-19 se ha propagado también el virus del CORRUP-20”, que por lo menos en el Ecuador ha presentado una grande y sorprendente intensidad. Y es que, además, lo uno tiene que ver con lo otro, puesto que ante la urgente necesidad de adquirir gran cantidad de insumos médicos, mascarillas, guantes, fundas para embalar cadáveres, etc., la corrupción se hizo presente en forma hiperbólica. Los usurpadores tomaron a cargo los contratos para tales compras, pero no con la intención de obtener justificadas utilidades, como ocurre en todos los negocios donde se juega limpio, sino aplicando enormes sobreprecios que, además, se pagaron a empresas “tipo fantasma”.

La situación llegó a tal punto que la Fiscalía General del Estado, con la intervención de la Corte de Justicia y la Policía Nacional, tuvieron que participar en el allanamiento de las dependencias de importantes organismos públicos, entre ellos nada menos que los seccionales, tales como el Municipio de Quito y la Prefectura del Guayas. El titular de esta Prefectura fue sometido a prisión y luego de la audiencia de formulación de cargos a uso de grillete, aunque siga ejerciendo sus funciones. Y tal grillete fue para evitar que ponga sus pies en polvorosa, igual que algunos de sus parientes más cercanos que han aparecido como sospechosos del peculado que se investiga.

Pero también en otras instituciones de tanta cobertura e importancia, como la Policía Nacional y el IESS, amén de un sinnúmero de hospitales de todo el país, se ha producido tal violenta intervención, siguiendo el proceso investigativo con la misma intensidad en todas las ciudades.

Dentro de esta coyuntura la noticia más sensacional fue la de que nada menos que un expresidente de la República (ya teníamos a un “vice” en “capacha” cumpliendo 6 años de cárcel) también fue detenido y luego de la audiencia se lo mantiene en prisión domiciliaria, tras haber encontrado en su elegante y amplio domicilio, cajas y más cajas con mascarillas y pruebas rápidas de detección del virus, entre otros insumos, sobre los cuales afirma el inculpado, luego de gritar varias veces “Viva la Patria” al ser detenido, que eran para repartir generosa y gratuitamente en los hospitales.