Temas pendientes

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Se tratará de llegar a un acuerdo nacional que tienda a recuperar la economía en los sectores público y privado.

Dicen que en los momentos más dramáticos y desesperados la esperanza es lo último que se pierde.

Luego de haber soportado un año de pandemia de COVID-19, que dejó una buena cantidad de hospitalizados y víctimas mortales, al comienzo de 2021 nos estamos preparando para enfrentar el futuro tratando de resolver los grandes problemas que nos dejó el 2020. Y es que junto al virus chino, en Ecuador se hizo presente también el de la corrupción, con casos que están siendo tratados, juzgados y sancionados por los organismos respectivos. Entre estos tantos casos están los de sobreprecios en los insumos médicos que se adquirieron para los hospitales, los delitos de concusión o diezmos que se descubrieron sobre todo en la Asamblea, la manipulación de fondos públicos en el caso de los sobornos, y tantos otros conocidos por la ciudadanía.

Queda pues una larga lista de asuntos pendientes que estamos obligados a resolver de alguna manera, sobre todo la recuperación de la caja fiscal, prácticamente en banca rota, por los millones de dólares en pérdidas que nos dejó la inactividad a que nos sometió y nos sigue sometiendo la pandemia, a más de tratar de darle solución a la alta tasa de desempleo que ha llevado a la miseria a tantos hogares ecuatorianos. Se tratará de llegar a un acuerdo nacional que tienda a recuperar la economía en los sectores público y privado.

Y siendo este año tan vital para la recuperación, poniendo esperanza en una vacunación que ojalá le ponga punto final a esta “peste amarilla”, se ha iniciado coincidentemente la campaña electoral. Los aspirantes al llegar al poder tienen en sus manos abundante material, para lo que podríamos llamar el conjunto de ofertas que se harán para ganarse la voluntad popular que les permita acumular el mayor número de sufragios a su favor en las urnas.

Y se destaca, sobre todo, el diálogo y la transparencia como temas claves para el presente año, en que renovaremos a los mandatarios de Carondelet y a los que en el pasado eran reconocidos como “honorables o padres de la Patria”, cuando no contábamos con una asamblea sino con un congreso bicameral. Finalmente... ¿recuperaremos algo de los 11 mil millones de dólares perdidos por la recesión pandémica?