Zona de desaceleración
Ojalá se juntaran y puedan plantear soluciones fuera de la típica caja cuadrada que les permita bajar sus costos y la presión por subir tasas
Todas las señales van marcando el norte hacia dónde va la economía. Otra vez bajas tasas de inflación mensuales, lento crecimiento crediticio, dificultad de mejorar producción petrolera, recaudación de impuestos similar al año anterior, más todo el ruido del juicio político, configuran un primer semestre complicado para el crecimiento económico, al que se le debe añadir las limitaciones oficiales dispuestas por temas de seguridad y las autoimpuestas.
Como vayan las importaciones de materias primas industriales será un buen indicativo de cómo se irá comportando la economía en general. El Banco Central del Ecuador acaba de publicar esta semana su reporte Ciclo Económico del Ecuador. Al mes de febrero de 2023 la tendencia del ciclo de importación de materias primas industriales refleja una fuerte desaceleración que será evidente en todo el primer semestre para el PIB. Es muy claro que después de la buena cifra de crecimiento económico del último trimestre del 2022 (2,3 % trimestral y 4,3 % anual), los siguientes dos tendrán techos muy bajos que harán ver la meta oficial de 2,6 % para todo el año como un escenario muy optimista.
En algunas economías con climas muy rígidos se van preparando y dándole con todo para los tiempos de tornados, temperaturas muy bajas o nevadas. Acá nos va a tocar ir pensando diferente, no podemos comportarnos igual que años pasados pensando que si este mes no nos fue bien, el próximo nos podremos recuperar. Las circunstancias han cambiado, nuestros tornados son las paralizaciones indígenas, que por la poca respuesta judicial van tomando cada vez más cuerpo; nuestras temperaturas bajas son la inseguridad que nos obliga a permanecer en nuestras casas más del tiempo deseado; y la clase política son nuestras nevadas, que con algo muy pequeño quieren convertirse en una gran bola de nieve para arrasar con todo. Una nevada. Nos toca aprovechar toda oportunidad para buscar mayor producción, mayor actividad, pensar en vender más, local o internacionalmente, encontrar alternativas acordes a lo que el mundo anda buscando. Hacer también lo mismo, pero mejor, para enfrentar con mayor fortaleza nuestros desastres naturales.
La banca, actor fundamental, enfrenta presiones de subida en su costo de financiamiento que terminará afectando su margen si no suben sus tasas locales. Ojalá se juntaran varios y puedan plantear soluciones fuera de la típica caja cuadrada que les permita bajar sus costos y baje la presión por subir tasas de interés, porque los tractorcitos también las pagan.
El Gobierno debe encontrar incentivos para que las empresas empleen jóvenes, fomentar actividades de elevada mano de obra, los municipios emprender en actividades en los barrios para que sean contratados en esas famosas aceras y bordillos que les encanta hacer y las prefecturas incentivar a pequeñas asociaciones para mantener tramos de carreteras atendidas por la comunidad y lo propio las concesionarias. La economía debe ir mejorando para que los que están estudiando puedan mejorar el indicador de empleo y dejen de estar patinando en ese 33 % que solo sube en diciembre por obvias razones navideñas. Se debe trabajar en ese plan antivacunas que nos permita pensar que será bueno quedarnos a empujar la carreta.
