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Fausto Ortiz | Subsidios sin fecha de caducidad

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Si no tuviéramos subsidios, no tuviéramos déficit y si no tuviéramos déficit no tendríamos deuda

En la proforma del Presupuesto General del Estado (PGE) para el año 2026 constan USD 6.929 millones (M) en subsidios, dentro de los cuales, aquel que se destina a la Seguridad Social para atender el pago de la jubilación representa un 53 % y es el de mayor importancia, seguido del componente de bonos de desarrollo social, que ahora se ubica en 28 % y deja atrás a los subsidios de combustibles con ‘apenas’ 17 % del total. El restante 2 % va a programas de desarrollo urbano y vivienda, temas agrícolas y crédito productivo a microempresas.

Expresado en dólares, el tamaño de los subsidios supera ampliamente al déficit fiscal, que para el año 2026 será aprobado por la Asamblea Nacional en USD 5.414M.

Cinco años atrás, la proforma del PGE de 2021 mostraba USD 5.465M de subsidios con un peso diferente y orden distinto. Seguridad Social demandaba 39 % del total de subsidios, los combustibles el 35 % y los bonos para el desarrollo social el 24 %. Se presupuestaba un déficit fiscal de USD 4.813M.

Una diferencia importante de destacar, el subsidio de combustibles no se refleja en el PGE como un gasto, son ingresos que debiéndose generar, al no existir, no forman parte de los ingresos petroleros que el Ministerio de Finanzas recibe de Petroecuador. Los otros componentes de los subsidios sí forman parte del gasto del PGE y son permanentes. No pueden financiarse con deuda pública, lo cual seguramente está ocurriendo en buena parte, pero al no poder ‘marcar’ los billetes, pasa inadvertido.

El Producto Interno Bruto (PIB) en 2021 fue USD 107.179M y se espera que para 2026 llegue a USD 136.175M. El peso de los subsidios, al expresarse como un porcentaje del PIB, es idéntico para ambos años y se ubica en 5,1 %. Todo el esfuerzo en la disminución del subsidio de combustibles se direcciona a los otros dos, en especial al insostenible subsidio del 40 % de las pensiones de jubilación que debe pagar anualmente el Ministerio de Finanzas a la seguridad social.

Un par de conceptos aceptados al momento de aplicar subsidios es que vayan dirigidos a quien los necesite y que sea temporal. La intención del Gobierno al momento de subir la gasolina extra/eco país y el diésel ha sido cumplir con esos dos principios y lo está logrando en la focalización y nuevos bonos, sin embargo, de una vez vayámonos acostumbrando con que la temporalidad original de los subsidios no va a poder ser tal. Los resultados de la semana anterior podrían impedir cumplir los planes originales y las metas políticas seguramente superarán a las económicas.

Si no tuviéramos subsidios, no tuviéramos déficit y si no tuviéramos déficit no tendríamos deuda, por lo tanto, buena parte de los subsidios se terminan financiando con deuda y le aportan insostenibilidad a las finanzas públicas para una economía que crecerá en 2026 1,8 % según el BCE y verá aumentar su endeudamiento en el 4 % del PIB, que es el tamaño del déficit fiscal.

Puesto en menos complicado, para que la deuda pública pierda peso frente al tamaño de la economía, se requiere que la economía crezca a un mejor ritmo o que se logre un menor déficit fiscal y ninguna de las dos está ocurriendo, al menos al comparar fotos de 2021 y 2026.