Fausto Ortiz | Diésel: pérdidas, consumo y el fantasma de la inflación

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Mucho se trató de vincular el aumento del precio del diésel con el inicio de un proceso inflacionario y no ha ocurrido

El Banco Central del Ecuador (BCE) publica mensualmente la Serie Cifras Petroleras. Para el año 2024, expresado en precio por barril, el de importación del diésel fue $107 y lo vendimos localmente a $ 76,9 por barril. La diferencia entre precio de compra y el de venta interna causó una pérdida de $ 957 millones (M). Hasta agosto de 2025, los números iban de la siguiente manera, importamos a $ 99 y lo vendimos prácticamente a lo mismo que el año anterior ($76,6). Perdimos $516M. Visto de forma mensual, en ocho meses de 2025, en promedio perdimos $15,2M menos que un año atrás.

El precio del diésel se incrementó un dólar desde mediados de septiembre y la historia fue otra. Ahora, el precio por barril de venta interna de diésel importado fue de $94,5, muy cerca de los $97,2 que costó importarlo. Se pasó de perder $61,8 millones en agosto de 2025 a solo $7,2 millones en septiembre. La operación comercial a partir de lo refinado localmente también mejorará sustancialmente ingresos en Petroecuador y por ende en Presupuesto del Estado para atender la focalización, los bonos y permitir la mejora de producción.

Está por confirmarse cuánto disminuirá el consumo de diésel por el aumento a $2,8. En los últimos 12 meses, de octubre de 2024 a septiembre de 2025, el consumo interno fue de 1.676 millones de galones, un par de años antes de la pandemia se consumían 300 millones menos de galones de diésel. En lo personal me sorprendería si no disminuye el consumo interno por lo menos 350 millones de galones en un año completo como consecuencia de una menor fuga por fronteras, en especial la norte, cuyo precio actual desalienta el contrabando.

Mucho se trató de vincular el aumento del precio del diésel con el inicio de un proceso inflacionario y ciertamente no ha ocurrido. La inflación del mes en que arrancó el aumento fue de 0,08 % ligeramente más baja que el 0,11 % que es el promedio de los diez años previos para cada septiembre. En octubre, que se vivieron momentos de conflicto por la paralización focalizada, algún efecto se sintió. La inflación del mes fue 0,28 %. De 10 años previos, para cada octubre, en siete presentaron variación negativa de precios y en los otros tres promediaron los mismos 0,28 %. El aumento del diésel no rompió la tendencia histórica: la inflación sigue comportándose dentro de los márgenes de la última década. La inflación de -0,44 % de noviembre cortó cualquier intento de vincular diésel a inflación. A falta de un mes para finalizar el año, el viernes negro adelantado ayuda a contar la historia que lo ubica como la causa de una inflación negativa. En la década reciente, ocho ‘noviembres’ también fueron negativos.

El presente año no correrá con la misma suerte de terminar con una inflación acumulada de 0,53 %, como en diciembre de 2024. Antes de la subida del diésel, en agosto de 2025, la inflación acumulada ya se ubicaba sobre 2,14 % y un año atrás 1,85 %. Faltando un mes en este 2025, la inflación al cerrar este año bien podría terminar en 2,2 % y el 2026 repetir sobre 2 %, para junto al 3,7 % de inflación anual de 2022 ser los tres años en superar este umbral en la década.

Los bajos precios esperados del crudo alejan incrementos de precio en diésel y fortalecen la política. No dudo si quieren desmantelar las focalizaciones a los transportistas. ¿Deben?