Humpty Dumpty

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'Se pretendía así simular que la derogatoria de la totalidad de aquellas reformas tributarias jamás se produjo, cuando en verdad cualquier resucitación de impuestos requiere de nueva ley...’.

La Ley de Personas Adultas Mayores (mayo 2019) dijo: “Deróguese la Ley sin número, publicada en el Registro Oficial No. 405 de 29 de diciembre de 2014”. Ese día solo se publicó la de “Incentivos a la Producción y Prevención del Fraude Fiscal”. Igualmente dijo: 

“Deróguese la Ley sin número, publicada en el Registro Oficial No. 744 de 29 de abril de 2016”. De esa fecha fue solo la de “Equilibrio de las Finanzas Públicas”.

Ambas derogatorias fueron, en apariencia, meteduras de pata, que intentaron ser sacadas, primero, con la viveza de una fe de erratas. Y luego, con la propuesta correísta (Pabel Muñoz, Gabriela Rivadeneira, Soledad Buendía) de “interpretar” que las frases “Deróguese la Ley tal” y “Deróguese la Ley cual”, solo significaban derogar un artículo de la primera (el 47) y un artículo de la segunda (el 5).

La pirueta “interpretativa” tenía su travesura. Como las leyes interpretativas aclaran el significado de la ley interpretada, tienen efecto retroactivo. Se pretendía así simular que la derogatoria de la totalidad de aquellas reformas tributarias jamás se produjo, cuando en verdad cualquier resucitación de impuestos requiere de nueva ley y solo rige desde que se dicta, pues la irretroactividad tributaria es de rango constitucional (art. 300). Tan burdo era el plan que quedó en el olvido (y las dos leyes derogadas).

Pero el Ejecutivo retomó la idea correísta en el proyecto -reciente- de simplicidad tributaria, donde planteó igualita “interpretación”, hoy publicada en el Registro Oficial, asunto sobre el que, o pocos se han percatado, o muchos prefieren mirar a otro lado. Se está obviando tamaño esperpento, que hasta tuerce el idioma. No aprendemos en el paisito.

“Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos. La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda…, eso es todo” (Lewis Carroll, Alicia a través del espejo).