Columnas

Baipás al concordato

"La propuesta ahora es que la empresa deudora pueda acudir a la vía judicial sin siquiera haber intentado un acuerdo directo con los acreedores. Es muy grave".

Desde el proyecto original de la ley “humanitaria” del Ejecutivo, pasando por el informe para 1º debate, se planteó para los concordatos (acuerdos colectivos entre las empresas y sus acreedores) el siguiente esquema escalonado: primero, la búsqueda de un convenio directo entre los involucrados, que se perfecciona con la aceptación del deudor y el 51 % de los acreedores (art. 39 del informe para 1º debate); y segundo, “en caso de que el deudor no pueda acordar con sus acreedores un acuerdo”, la vía judicial (art. 41 del informe para 1º debate).

Pero ese esquema escalonado fue borrado en el informe para 2º debate (que es el que -cuando envío estas líneas a publicar- está para votación en el pleno de la Asamblea). La propuesta ahora es que la empresa deudora pueda acudir a la vía judicial sin siquiera haber intentado un acuerdo directo con los acreedores.

Es muy grave.

No solo porque contradice todo el espíritu expresado por los ideólogos gubernamentales (que debe negociarse de buena fe nuevas condiciones contractuales que atiendan la nueva realidad), sino porque activar la vía judicial sin diálogo previo permite obtener que cualquier juez de palo disponga “por un plazo de hasta 180 días, la suspensión de los pagos, la suspensión de todo proceso en contra del deudor y la prohibición de inicio de cualquier acción administrativa, judicial, arbitral y coactiva en contra del deudor” (art. 40 del informe para 2º debate).

Lo que va a ocurrir entonces, de aprobarse este esquema, es que las empresas deudoras, antes de negociar, acudirán a obtener esta especie de medida cautelar, que les servirá, digamos, de pistola en la cabeza de los acreedores.

Lo peor es que no hay en el informe para 2º debate rastro del autor del esperpento, más allá del siguiente lacónico texto: “Se manifiesta por parte del presidente de la Comisión, As. Esteban Albornoz que con relación a este capítulo se han llegado a consensos dentro de la Comisión sobre su articulado, siendo necesario realizar pequeños ajustes de forma y redacción a su texto” (p. 66).

No aprendemos en el paisito.