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Silencio cómplice

Avatar del Diana Acosta

El gobierno en su visita a China planteó la renegociación de sus obligaciones de crédito para desvincularlas de la entrega obligatoria de nuestro petróleo, en vista de que, mediante este mecanismo, se han aprovechado intermediarios corruptos para generar fortunas a través de estructuras camufladas dentro de esta operación crediticia.

Ahora, con el incremento significativo del precio del crudo a nivel internacional, el golpe de estas mafias contra los recursos del Estado se ha hecho más grosero y evidente. El presidente, ante el abuso y corrupción alrededor de este tema, aseguró que no iba a “proteger a nadie”, y esa debería ser su actitud en todos los casos.

Siguiendo esa línea de lucha contra la corrupción, resulta inexplicable y escandalosamente sospechoso que el gerente de la CFN renunciara luego de su denuncia pública a los medios de comunicación, respecto a los múltiples actos de corrupción dentro de operaciones de crédito que han resultado incobrables, afectando el dinero de todos los ecuatorianos.

El Ejecutivo debe publicar los nombres de los saqueadores de la CFN. La ley es clara cuando dispone que no existe ni sigilo ni reserva cuando se trata de recursos de las entidades del sector público, por lo tanto, no hay motivo para seguir dilatando su divulgación.

El silencio cómplice y la negativa de trasparentar el uso de los recursos públicos, frente a las denuncias de corrupción, nos hace sospechar que algo apesta, y que, desde las altas esferas, se pretende proteger a los ahijados de los gobiernos de turno, que se llevaron a través de créditos irregulares y con garantías sobrevaloradas, más de 600 millones de dólares de las arcas nacionales.

El discurso ganador de luchar contra la corrupción y recuperar el dinero robado ya no se escucha con igual contundencia, y quizás por ello su baja aceptación.

El Ejecutivo debe tener cero tolerancia a la impunidad de los corruptos que se llevaron el dinero del pueblo, y de esa manera cumplir con su oferta de “no proteger” a ninguno de estos indeseables. No solo se debe ser honesto, sino también parecerlo.