Pactos y componenda

Al final, la pugna de poderes, pactos y componenda sigue siento la tónica prevaleciente en la política ecuatoriana
Las triquiñuelas usadas frente a las pugnas de poder siguen siendo las mismas desde el regreso a la democracia, y la pugna del momento es la toma del Consejo de la Judicatura, que atraviesa su recta final.
Al parecer, se hizo agua la estrategia del Ejecutivo para conseguir 5 votitos en la Asamblea, congraciándose con quienes en su momento denunció como “corruptos y chantajistas”, mediante el retiro de la denuncia presentada en su contra. Los denunciados no se comieron el cuento de que el Ejecutivo podía archivar, a sola firma, la investigación de un delito de acción pública. A alguien se le olvidó que, jurídicamente, la Fiscalía es autónoma y tiene la obligación legal de continuar investigando los casos de corrupción que lleguen a su conocimiento.
Ahora la suerte está echada, el juicio político al Consejo de la Judicatura arrancó y se definirá en el transcurso de esta semana. Al Ejecutivo no le quedará más que mover la cintura de derecha a izquierda para que la oposición no consiga los 92 votos que necesita para la censura y destitución de algunos de los miembros actuales de ese organismo, por lo que esta será una semana crucial para alinear posiciones enredadas en la vorágine del “toma y daca”.
Pese a la mala asesoría y racha del Ejecutivo, luce poco probable que la oposición conquiste esas 92 voluntades, por lo que la pelea por controlar la Justicia del país seguramente terminará en la cancha del Consejo de Participación Ciudadana, quien al mismo tiempo está enfrentado con la cabeza de la función Judicial, en vista de que no ha dado trámite a la terna remitida para la elección del nuevo presidente de la Judicatura, en la que al parecer constan perfiles no muy consecuentes con los intereses del Ejecutivo.
Al final, la pugna de poderes, pactos y componenda sigue siento la tónica prevaleciente en la política ecuatoriana. El Ejecutivo tiene tanto por hacer que no debería desviar su tiempo en este tipo de maniobras coyunturales de medio pelo. Los intereses reinan en detrimento de los altos objetivos de largo plazo por el bienestar de la nación.