¡Felicidades mujer!
¡Feliz día a la poderosa y siempre luchadora mujer ecuatoriana!
Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, y ningún gobierno en nuestro país ha hecho algo por eliminar esa brecha de desigualdad existente entre hombres y mujeres, pese a que poseemos una normativa de avanzada en la materia, que nace desde la Constitución, donde se dispone que nadie podrá ser discriminado por razones de sexo, que el Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad (art. 11), como las mujeres; a trabajo de igual valor corresponderá igual remuneración (art. 326); el Estado garantizará a las mujeres igualdad en el acceso al empleo, a la formación y promoción laboral y profesional, a la remuneración equitativa, se adoptarán todas las medidas necesarias para eliminar las desigualdades (art. 331). El problema radica, claramente, en la falta de voluntad y de políticas públicas para hacer realidad todos nuestros derechos.
La semana pasada un interesante y revelador reportaje de Diario Expreso publicó que solo un tercio de las mujeres ecuatorianas toman las decisiones financieras de su hogar, en muchos casos por la falta de independencia económica, producto de inexistentes medidas efectivas para romper esa brecha de género que no promueve a que las mujeres tengan acceso a productos financieros con perspectiva de género, otorgando líneas de crédito preferenciales con mejores condiciones, tasas, mayores plazos, para lograr incentivar su desarrollo económico y lograr su empoderamiento. ¿Qué pasó con la promesa del presidente de impulsar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, o con ese compromiso ante la ONU de empoderar a la mujer ecuatoriana? Es hora de cumplir con políticas públicas y medidas de acción afirmativa que garanticen la igualdad salarial e independencia financiera, pues muchas, por falta de autonomía económica se quedan junto a su agresor; simplemente no poseen los medios ni las oportunidades para independizarse de su calvario.
¡Feliz día a la poderosa y siempre luchadora mujer ecuatoriana!
