Deshojando margaritas

Parece que el Gobierno no tiene otro objetivo político que el de captar el poder de las instituciones que, por ley, deberían ser independientes. Nada manejan de manera estructurada, realizan movimientos que al mínimo remezón hacen agua y termina saliéndoles el tiro por la culata.

Me da la impresión de que cada vez que el Ejecutivo busca sobrevivir políticamente o salvarse de alguna metida de pata, se pone a deshojar margaritas, esperando que al final salga el resultado que busca. No guarda las formas, usan y presionan a la Justicia a discreción a través de su brazo ejecutor, el Consejo de la Judicatura, y por ello, la consigna del momento es que no se toque a los personajes que lo conforman. Para lograrlo, no les importa desistir grotescamente de denuncias penales y conquistar esos cinco votos que los salvaron, quizás momentáneamente (porque las causales sobran), del juicio político a su brazo ejecutor. Lo mismo aplica cuando presentan leyes, hacen maromas cediendo a presiones que usualmente vienen de las bancadas de oposición recalcitrante para conseguir la aprobación de sus propuestas. Así caminan entre pactos y amarres, sin gobernar, tratando de sortear los temas álgidos conforme aparecen, sin anticipar sus movimientos mediante una estrategia con visión de largo plazo. Practican exactamente lo que juraron combatir y encima con paupérrimo manejo político, sin estrategia alineada a los objetivos de su programa de gobierno, si es que lo tienen.

Igual fracaso se vislumbra en las mesas de encuentro con el sector indígena, donde muchos sentimos que los temas no se concretan y todo este ‘show ‘terminará siendo una tomadura de pelo, para ganar tiempo.

Es lesivo para la democracia de un país que el Ejecutivo busque tomarse todas las esferas del poder; es hora empezar a trabajar y gobernar, solucionando las crisis que realmente nos importan a los ciudadanos, como el terrorismo impregnado en nuestro país, la corrupción en la salud, la falta de educación, que hasta ahora no han resuelto. No basta declararse ingenuos para con esa muletilla, no actuar como se debe.