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La robótica nos beneficia, pero es peligrosa

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Las máquinas vienen. Los robots funcionarán todos los días, sin prestaciones. No pagarán impuestos. No generarán dramas laborales. Aguantan todo clima’.

En estos días se adelantó en Pekín, China, la Conferencia Mundial de Robótica (agosto-2022). Se reporta que allí se han presentado robots médicos, robots en tareas agrícolas, avances en robots con actividades de aseo en casa, en logística comercial, en equipos de rehabilitación de la salud, así como para labores de arquitectura y de manufactura.

Lo que más asombra son los robots humanoides, con el aspecto físico de Einstein o robots ‘performance’.

No podemos olvidar que en la Conferencia del año 2021 fue presentado Max, el perro robot, que sorprendió al mundo por dar vueltas y giros de espalda. El valor de Max asciende a 2.000 dólares. Puede bailar o cuidar la seguridad en casa o a los niños.

Dentro del evento de 2022 se desarrollaron tres grandes ramas: exposiciones robóticas, competencias en desarrollos de inteligencia artificial y presentación de artículos académicos.

Esta conferencia anual refleja el desarrollo de la industria robótica en nuestra era. Las Empresas KUKA (Alemania), YASKAWA (Japonesa), ABB (Origen Suizo), FANUC (Japón) resultan ser líderes mundiales en el mercado robótico, sin dejar de lado a todas las empresas chinas dedicadas a la robótica.

Sin embargo, dentro de todo este escenario de Oriente no puede dejarse atrás todos los adelantos que se prometen de este lado de Occidente.

Elon Musk a través de sus productos promete para el año 2023 la presentación del vehículo Tesla sin volante y sin pedales. En su proyección le apunta a carros sin asientos delanteros, diseñados con salas de comodidad y de entretenimiento. También Musk promete un robot humanoide que sea un asistente de trabajo, denominado Tesla Bot, que además está planeado para ser un asistente de hogar.

Musk ha indicado en varias ocasiones que la inteligencia artificial es la mayor amenaza para la humanidad dado que la velocidad de procesamiento de datos y capacidad del cerebro humano es limitada y la inteligencia artificial es mucho más veloz y con menos límites. Por esas razones la evolución del ser humano tarda más que la evolución de la robótica, al punto que él ha mencionado que si el ser humano no toma medidas pronto será una mascota de los robots.

Como medida Musk está diseñando un implante cerebral que ha denominado Neurolink, que es un dispositivo que se une quirúrgicamente a las neuronas, como una nueva capa del cerebro, que permite la fusión del humano con la inteligencia artificial, lanzando la frase: “Si no puedes vencerlos únete a ellos.”

Las máquinas vienen. Los robots funcionarán todos los días, sin prestaciones. No pagarán impuestos. No generarán dramas laborales. Aguantan todo clima.

Grandes cambios se avecinan. Los empresarios nacionales y extranjeros llegarán a la adquisición de robots.

Sin darnos cuenta ya están acá. Ya los guardas de entrada a los parqueaderos no son personas, son máquinas que entregan una tarjeta inteligente de pago y al final se la paga con esa tarjeta a otra máquina.

Tal vez Max, el perro robótico, no podrá reírse de una caricatura de @Expresoec, pero la inteligencia artificial sí le podrá explicar a Max por qué la caricatura es divertida.