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Breve historia de la minería en Ecuador

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Millones de toneladas métricas salen de lo que ahora se conoce como el Proyecto Mirador y se embarcan a China sin que podamos conocer su contenido

En 1995 el Ejército ecuatoriano diseñó una batería antiaérea para repeler ataques de helicópteros y aviones peruanos en el destacamento Cóndor Mirador. Hace algunos años pude ver los restos que aún existían de esa obra. Los soldados habían construido una cueva en la montaña, invisible desde el aire. Cuando las aeronaves enemigas se aproximaban, el arma se deslizaba a través de un riel, disparaba y volvía a guardarse en el interior de la montaña. Cóndor Mirador fue uno de los icónicos destacamentos que defendió nuestra soberanía en la guerra del Cenepa; está en la provincia de Zamora Chinchipe y hasta hace poco era territorio shuar.

Los shuar son el pueblo amazónico más numeroso. Habitan entre Ecuador y Perú, y desde tiempos inmemoriales se los conoce por su valentía y capacidad para la guerra. Son ellos los que inventaron la técnica para reducir la cabeza de su enemigo (tzantza) una vez derrotado. Durante la guerra del Cenepa, el icónico comando militar ecuatoriano IWIA defendió nuestro territorio con sangre y bravura. IWIA significa demonio de la selva y estaba integrado por indígenas amazónicos, principalmente shuar.

Hoy, en las inmediaciones de lo que fue el destacamento Cóndor Mirador, opera uno de los proyectos mineros más grandes del país, a cargo de una empresa china. En 2015, durante el proceso de explotación de la mina, se desalojaron comunidades enteras. Líderes indígenas como el shuar Domingo Ankuash fueron acusados de terroristas por el Estado ecuatoriano al resistir la imposición de ese modelo extractivo. En lo que fuera el barrio de San Marcos, cuyos habitantes fueron desalojados por la fuerza, se encuentra una piscina de remediación. Millones de toneladas métricas salen de lo que ahora se conoce como el Proyecto Mirador y se embarcan a China sin que podamos conocer su contenido, ya que no contamos con tecnología para refinar material minero. A pocos metros de la cueva donde alguna vez los IWIA defendieron nuestro territorio, un letrero en mandarín advierte: “No pase, propiedad privada”.