César Febres-Cordero Loyoya | Una consulta al apuro

Es el tercer paquete del año y todavía no vemos nada sobre el sector energético (duermen tranquilos los importadores de gas)
Una democracia carente de foros de debate público, con gremios que se rehúsan a alzar su voz por miedo a que los dejen fuera de los cocteles, sin partidos ni tanques de pensamiento, es una democracia que solo puede ser gobernada sobre la marcha.
Un mañana el líder se levanta con una idea, al día siguiente el consultor germina una campaña mediática y al tercero los plumíferos (unos prestan las plumas y otros los picos) tienen su guion y los troles un nuevo objetivo. Si la reacción en redes no es buena, de vuelta al cuarto de guerra (para conveniencia de todos ubicado entre los cuartos de máquinas y el de polvos). No hay ni tiempo de hacer encuestas. Sale la segunda versión. Riña con la burocracia o con la justicia. Tercera versión. Siga intentándolo. Métale miedo al que salga a declarar en contra de la propuesta, cuelgue frases motivacionales en alguna lengua culta, dese un baño de masas. Tarde o temprano, el esfuerzo lo conquista todo en este país de vagos. Y no se siente a pensar ni consulte la opinión de mucha gente, que eso es para vagos y moñudos.
Cualquier parecido con la realidad es intencional.
Después de haber demorado el envío de las dos preguntas iniciales de reforma parcial que la Asamblea aprobó, la de las bases extranjeras y la del financiamiento de los partidos políticos (la cual aún espera un segundo dictamen de la Corte), el Gobierno mandó al apuro un paquete de preguntas para una consulta y referendo que viene diciendo desde hace rato que se dará a fines de año. Entre esas preguntas había unas que los observadores de la Corte pronosticaban que iban a ser rechazadas. Una de ellas fue la de eliminar el Consejo de Participación por enmienda, cuando al ser el Quinto Poder su eliminación solo es posible por medio de una reforma parcial, mecanismo que sí admite modificar la estructura del Estado. Y pasó lo que advertían los expertos: la Corte rechazó cuatro de seis.
El Gobierno corrigió y mandó, enseguida, siete preguntas más. Es el tercer paquete del año y todavía no vemos nada sobre el sector energético (duermen tranquilos los importadores de gas). Pero el Gobierno insiste en que vuelvan los casinos. Vaya plan país.