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La escena previa

Avatar del Carlos Andrés Vera

Se trata de la escena previa, en casa de los Smith, mientras Will y su esposa Jada se vestían para acudir a la ceremonia. 

Sobre la cachetada que Will Smith le asentó a Chris Rock en la ceremonia de los Óscar, se ha escrito y dicho ya todo. Sin embargo, ha llegado a mi poder información inédita que compartiré a modo de primicia con mis lectores. Se trata de la escena previa, en casa de los Smith, mientras Will y su esposa Jada se vestían para acudir a la ceremonia:

Will siempre ha sido el que más tarda en acicalarse. Después de casi dos horas de minuciosos arreglos, hizo los últimos ajustes a su corbatín. Salió del vestidor con la expectativa de ver a Jada lista, esperándolo en el umbral de la puerta. Se sorprendió al verla sentada sobre la cama, en ropa interior, con el abultado vestido verde aún colgando a la entrada de la habitación. Jada observaba fijamente un espejo, con la mirada perdida.

Will - Linda.

Jada - …

W - Son las 7.

J - Anda tú.

Hace tiempo que Will no sentía tan mal a Jada. Más allá de las máscaras que exponen en redes sociales, han sido años de tensiones y caminos que bordean la depresión desde que Jada sufre alopecia. Will ha intentado ser soporte, pero por actorazo que sea no ha podido desdoblarse de los estereotipos de Hollywood. Will se ha sentido menos atraído a esta mujer que en otros tiempos le deslumbraba. Ella lo sabe. Hoy, que es la noche de Will, Jada no ha encontrado la fuerza para exponerse al mundo y por primera vez en su vida, siente que su palestra es menor a la de él. La guerrera implacable que la ha llevado a la cumbre, está exhausta.

W - Hagamos esto juntos. Te necesito ahí.

J - No lo sé, Will.

W- No puedo ir sin ti.

Jada comprendió. Sin ánimo, empezó a ponerse el vestido, asistida por Will. Cuando ambos estuvieron listos, él la abrazó por la espalda, mientras contemplaban en silencio sus siluetas reflejadas en el espejo.

J- No quiero que todo el mundo me vea así. Hoy no.

W- Estás hermosa. Nadie hablará de esto. Créeme.

Jada confió y como pocas veces en su vida, se permitió ser vulnerable en los brazos de su esposo.

W- Todo saldrá bien, te lo prometo.