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Carlos Andrés Vera: Gobernar con la gente

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El país no necesita más acuerdos inútiles entre partidos sino reales agendas de cambio

En las últimas horas, Pachakutik ha aclarado que no tiene un acuerdo con el Gobierno para apoyar su gestión en la nueva Asamblea.

Más allá de lo que ocurra una vez conformada la nueva Asamblea, esto debe servir como recordatorio de una lección que el país no puede seguir ignorando: la gobernabilidad no se construye en acuerdos de espaldas a la gente, sino en el vínculo directo con ella.

Cuando Guillermo Lasso ganó la presidencia en 2021 tuvo una oportunidad de oro. Gracias a la habilidad política de César Monge se logró que Pachakutik presidiera la Asamblea, descartando lo que habría sido un vergonzoso pacto de impunidad junto al PSC y el correísmo

Era la primera vez que un Ejecutivo de espíritu liberal podía contar con el respaldo legislativo de un partido históricamente vinculado a las luchas sociales. Pero esa alianza fue desperdiciada, ya sea por una cultura política podrida que entiende los acuerdos como repartos de cuotas y favores, ya sea porque el Gobierno nunca entendió la dimensión de la puerta que ellos mismos abrieron.

Hoy enfrentamos el riesgo de repetir esa historia, consiga o no el Ejecutivo una alianza con Pachakutik. El país no necesita más acuerdos inútiles entre partidos sino reales agendas de cambio. Si el Ejecutivo logra mayoría, que sea a cambio de empujar proyectos clave para el sector social. Si por el contrario, la gran mayoría de legisladores insiste en no legislar en nombre de la ciudadanía, sino en función de sus propios intereses, el Ejecutivo debe tomar una decisión clave: gobernar con la gente.

Gobernar con la gente significa tener claro que el principal aliado no está en la Asamblea, sino en la ciudadanía. Que si las acciones del Gobierno benefician de forma tangible a la población -resuelven problemas, abren oportunidades, devuelven la esperanza- la ciudadanía será su mejor respaldo.

Ecuador necesita un gobierno que ponga el foco donde siempre debió estar: en los ciudadanos. Si no se entiende eso, se desperdicia una nueva oportunidad de cambio.