Premium

Ecuador pos-COVID19

"Ha llegado la hora de que surjan nuevos dirigentes para que lideren partidos políticos de verdad y no adefesios de partidos y de movimientos que solo presentan las uñas largas de sus “mentalizadores""

El Ecuador será otro después de la pandemia del COVID-19. Ya lo hemos empezado a ver.

 

Las lecciones que deja el coronavirus deben ser aprovechadas para que los ecuatorianos cambiemos de actitud. 

Fundamentalmente para que seamos más solidarios, para que nos autodisciplinemos más, para que seamos más emprendedores, para que no esperemos todo del “papá” Estado, para que dejemos la amargura y el resentimiento, que son venenos del alma; para que seamos en todo positivos y no solamente llorones y quejosos.

En lo político, debemos entender que nada sacamos con tratar de derrocar gobiernos, con hablar de muertes cruzadas, con intentar desestabilizar más el orden constituido, con interpelar ministros sin ton ni son, con oponernos a toda iniciativa porque es lanzada por otros, y no por nosotros.

Por eso surge como un imperativo categórico que todos nosotros hagamos lo indecible para que desaparezcan de nuestra política los que sumieron al país en miseria, en hambre y en tragedia. Para olvidarnos para siempre de quienes nos saquearon inmisericordemente y así enriquecerse a nuestra “costilla”, para que se vayan al ostracismo los populistas que se escondieron bajo etiquetas de izquierda o de derecha, sin saber qué significan estas palabras.

Ha llegado la hora de que surjan nuevos dirigentes para que lideren partidos políticos de verdad y no adefesios de partidos y de movimientos que solo presentan las uñas largas de sus “mentalizadores”. 

La política debe ponerse a tono con la realidad actual y proponer proyectos acordes con el avance de la tecnología para que desaparezcan los “encantadores de serpientes”.

Debemos luchar para que no se repita más la frase de Voltaire: “La política es el camino para que los hombres sin principios dirijan a los hombres sin memoria”.

Luchemos para que la ineptocracia y la cleprocracia desaparezcan para siempre del Ecuador.