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Desestabilización, ¿para qué?

Avatar del Byron López

Los abogados del país, los jueces, los fiscales, deben rechazar esta malhadada actuación de los del CNJ, que atenta contra la independencia de la justicia

Hay un evidente propósito deliberado para desestabilizar la vida democrática del país. Los hombres de a pie no necesitamos ser pitonisas ni brujos para encontrar en cada paso que dan las instituciones llamadas a ser las forjadoras del destino de nuestro pueblo, una clara intención de pescar a río revuelto para dar paso a ambiciones enanas, de grupos que dicen que por el pueblo dan su última gota de sangre, cuando en verdad son anémicos, o el pueblo les importa un rábano. ¿Cómo más puede interpretarse el enfrentamiento que hay en la Asamblea Nacional, que ni legisla ni fiscaliza por estar enredada en peleas de verduleras con una antropofagia nada disimulada cuando tratan de “comerse” a su presidenta Guadalupe Llori, a su segunda vicepresidenta, con argumentos fútiles e inocuos. Por primera vez en nuestra historia una asamblea integra comisiones ‘ad hoc’ para consumar estos actos que nos avergüenzan a todos porque vemos la calidad humana que tenemos de legisladores, elegidos por nosotros. ¿Y para qué quieren defenestrarlas? ¿Qué gana el país sacando a Llori y poniendo a otro? Nada. Tienen que comprender los políticos de tercera clase que tenemos, que no es cuestión de hombres o de mujeres. Es cuestión de programas, de proyectos, de planes, de honestidad, de experiencia, de capacidad cultural y jurídica, de la que carecen todos los legisladores, menos uno (adivine amigo lector, ¿quién podría ser ese uno?).

Y para avanzar en la desestabilización se produce un hecho insólito: dos miembros del Consejo de la Judicatura suspenden por 90 días al presidente de la Corte Nacional de Justicia sin ton ni son. ¿Quiénes son los dos del CNJ para que actúen como Júpiter tonante? Increíble. Correa metió las manos en la justicia. Los miembros del CNJ deben ser sus predilectos alumnos para que hayan actuado así. Los abogados del país, los jueces, los fiscales, deben rechazar esta malhadada actuación de los del CNJ, que atenta contra la independencia de la justicia.

¡Sin justicia no hay paz ni libertad!