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¿De qué conmoción hablan los de UNES?

Avatar del Byron López

"La pregunta que se hace todo el pueblo ecuatoriano es ¿de qué conmoción nacional hablan? Conmoción es “tumulto, levantamiento, alteración de un estado, provincia o pueblo""

Los legisladores de UNES creen que el pueblo ecuatoriano no alcanza a comprender cuáles son sus protervas intenciones para destituir al presidente de la República tomando como pretexto el asunto de Pandora Papers. Para llegar a esta decisión han cometido una serie de actos que evidencian su desconocimiento del andamiaje jurídico, toda vez que la Asamblea hizo mal al entregar esta investigación a la Comisión de Asuntos Constitucionales, cuando debió haber sido a la Comisión de Fiscalización.

Pero como la de Asuntos Constitucionales está integrada por una mayoría de correístas, que son los de UNES, se creyó que las cosas por allí les iban a salir bien. Por eso se atrevieron a llamar al seno de esta comisión al hijo y a la cónyuge del presidente, cuando estas personas no son funcionarios públicos. Luego redactan y suscriben un informe de más de 250 páginas para ponerlo a consideración de la Asamblea, en el que no aportan una sola prueba que determine que el presidente haya cometido alguna infracción, ya que solo hacen enunciados de posibilidades, con las que afirman que con su conducta el presidente ha originado una “conmoción nacional”, por lo que solicitan que con apego al artículo 130 de la Constitución, el Pleno de la Asamblea Nacional destituya al presidente.

La pregunta que se hace todo el pueblo ecuatoriano es ¿de qué conmoción nacional hablan? Conmoción es “tumulto , levantamiento, alteración de un estado, provincia o pueblo”. Nada de eso ha sucedido en el Ecuador. Lo que hay detrás de todo esto es destituir al presidente para así desestabilizar la democracia y hacer que se cambien al fiscal general , a los jueces de la Corte Nacional de Justicia para que se revisen los juicios penales por los que altas figuras del SSXXI están condenadas, presas y prófugas, para tratar de llegar nuevamente al poder, como lo hacen los megalómanos como Ortega de Nicaragua.

Esto no sucederá porque los ecuatorianos no somos partidarios de políticos con el síndrome de hubris.